Padres e hijos
Ignacio Uría
Facultad de Comunicación
Universidad de Navarra
La Gaceta de los Negocios (Madrid)
Más allá del sí, te quiero
Aníbal Cuevas

 

 

Lo que es más importante

        Thierry Henry es negro y francés. Xabi Alonso blanco y español. Henry jugó en Inglaterra y ahora lo hace en España, mientras que Alonso hizo el camino a la inversa.

        Los dos son futbolistas de prestigio, ganan millones de euros y defienden la camiseta de equipos famosos. Ambos acaparan portadas y son admirados por multitudes que disfrutan con la magia de sus botas.

        Ambos, también, son padres. Henry de una niña a la que apenas ve –“cinco veces en ocho meses”–, ya que está divorciado y su ex mujer es su enemiga más íntima. Ese problema familiar está influyendo en su juego y el FC Barcelona, que le necesita con urgencia, no sabe cómo ayudarle. Él se confiesa ante la prensa y dice “Sufro por no ver a mi hija porque ella es lo más importante de mi vida. Quien es padre sabe a lo que me refiero”.

        Xabi Alonso, que juega en el Liverpool, pidió un día de permiso para estar en el nacimiento de su primer hijo. Su entrenador, Benítez, se hizo el sordo y le ordenó viajar con el equipo a Milán para jugar un partido de Champions contra el Inter de Milán. Alonso, que es vasco y silencioso –por este orden–, no dijo nada. O más bien sí, porque habló con los hechos y decidió quedarse en Inglaterra. “Mi esposa y mi hijo son lo primero, así que no voy a Italia. Habrá otras eliminatorias y yo podré jugarlas, pero ahora mi esposa me necesita a su lado”. Es decir, si Benítez se enfada que se enfade.

        Son historias viejas con soluciones nuevas. Vidas de padres e hijos, de personas que van a contracorriente, de pioneros. Historias de jerarquías y de valores que se abren paso, aunque tengan por delante un camino largo.

        Al final, sin embargo, queda una certeza: cuando el fútbol haya olvidado a Henry y a Alonso serán sus hijos los que les devuelvan –con incremento– todo el cariño recibido.