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Quiero a la gente, necesito hacer el bien. Eso lo he mamado de mis padres. La mayor alegría es que algusueleien me diga que un libro mío le ha salvado la vida. En realidad, somos lo que damos, y sólo nos queda lo que perdemos.
Y la escuela no cuida la expresión oral y la escrita. Leer bien y entender lo que lees es básico. Se deben aprender ideas. Hay que dar al ser humano material para que se siga educando toda la vida.
Primero con buenos maestros. Necesitamos profesores con vocación, que disfruten.
El educador debe ser alguien atento a lo bueno del alumno, debe motivar. Tuve un caso: una niña de siete años, era la única de su clase que no sabía leer. La convencí de que podía, de que era inteligente. En tres meses era la mejor de su aula. Aplaudí su primer éxito. Nadie le había dicho hasta ese momento que era capaz.
Crear personas capaces de regir sus vidas, ser felices, y contribuir al bien de la sociedad. La educación debe crear personas autónomas y responsables.
Es un instrumento de los políticos para llevar el agua a su molino. Me parece bien una educación de las buenas maneras, pero las emociones, los afectos, la sexualidad, las creencias, eso es cosa de los padres.
La empatía, la responsabilidad, el esfuerzo, la superación, el ser positivos, y la resistencia, la capacidad de superar las dificultades.
Es muy negativa,
exhibe modelos personales que son tóxicos. La televisión
sirve muy bien para vender. Puede vender buena educación, ofrecer
modelos de superación, de crecimiento. ser una buena escuela
para padres.
Es muy fácil
alentar lo más estúpido, inmundo y visceral del ser
humano. Basta activar el paleocortex, nuestro cerebro antiguo. Alentar
la parte más noble es más difícil e incómodo,
porque supone educación. En la televisión se ha impuesto
el grito y el insulto, las malas maneras. El hombre que se esfuerza
por mejorar, no está reflejado.
Mi fórmula es sencilla: convierto los conocimientos profundos en papilla intelectual. A mi me entiende cualquiera. Y quiero a la gente, quiero al ser humano.
Lo peor que hay es ir de dios por la vida. Cuanto más grande se considera una persona, más defectos tiene. Los más grandes han sido siempre los más humildes, los más sencillos. | ||||||||||||||
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