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Educación positiva VS educación punitiva A lo largo de mucho tiempo el castigo parecía ser la única estrategia válida para educar con eficacia. La sanción, la reprimenda, el mal genio, etc. eran los elementos fundamentales en los que padres y profesores sustentaban su autoridad. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la educación en positivo ha ido ganando terreno a estos hábitos tan arraigados. Educar en positivo es convertir la tarea educativa en acciones encaminadas al desarrollo de hábitos buenos y no sólo a la penalización de malas actitudes. Educar en positivo es casi una estrategia de marketing basada en generar una conciencia en la que lo bueno, el Bien, merece la pena y no tanto en cargar las tintas en lo negativo de determinadas formas de actuar. Los niños están inmersos en un proceso de maduración que progresivamente es más auto-consciente, pero especialmente en las primeras etapas, este conocimiento de la propia maduración no existe y recae sobre los adultos la responsabilidad de ofrecer modelos válidos que se muestren atractivos a los ojos del niño. A través de estos modelos y del refuerzo de las buenas actitudes, el niño desarrollará un deseo positivo para actuar de la forma adecuada y correcta porque realmente le merece la pena. Conceptos erróneos de la educación en positivo
Los premios materiales no son la mejor forma de reforzar las buenas actitudes o, especialmente, los buenos hábitos. Un determinado premio en un momento puntual puede ser muy eficaz, pero hay que saber encontrar un equilibrio adecuado para que el niño no acabe pensando que he de hacer tal cosa porque así recibiré algo a cambio o no haré tal otra porque no tengo ningún premio como contrapartida. Además, no debemos olvidar que lo que perseguimos fundamentalmente es el desarrollo de hábitos y no podemos premiar continuamente cada una de las acciones que son fruto de un buen hábito. Es cierto que, hoy en día, muchos niños están inmersos en sociedades en que lo material ocupa un lugar excesivamente alto en la escala de valores (?). No es fácil ir contracorriente porque, realmente en sí mismo, el tener la posibilidad de acceder a determinados bienes no es algo negativo, pero se puede convertir en algo dañino cuando se desarrollan actitudes y formas de actuar en las que el tener prima sobre el ser, aunque sea de forma inconsciente, y el esfuerzo y el bien hacer pierden su sentido si no conllevan una recompensa tangible. Premiar con regalos más o menos habitualmente puede hacer que, poco a poco, el niño vaya participando en un ambiente consumista y materialista, provocamos que el apego por las cosas sea cada vez mayor dando cada vez más protagonismo al egoísmo, generamos frustraciones innecesarias cuando no se tiene lo que se quiere, y robamos la oportunidad de la satisfacción de lo bien hecho por sí mismo. Además, seamos sinceros y realistas, cuanto más le doy al niño, cada vez va a ser más difícil cumplir sus expectativas porque cada vez va a querer más y mejor. Aunque sólo sea por razones prácticas, si nos paramos a reflexionar un poco, y a pesar de que el premio material nos pueda resultar muy efectivo en un determinado momento, nos daremos cuenta de que, a la larga, no merece la pena recurrir a este sistema de gratificaciones.
El castigo también ha de ser empleado. Debemos ir creando en el niño la conciencia de que todas nuestras acciones tienen unas consecuencias y, en muchos casos estas son negativas. En cualquier caso, lo que debemos es intentar evitar el castigo que surge de nuestra propia desesperación o de nuestro enfado. Debemos también procurar escoger castigos proporcionados y relacionados con la falta cometida. Finalmente, cuando castiguemos es bueno explicar los motivos que provocan la sanción y las razones de la sanción en sí misma, pero habremos de evitar que el niño (cuando ya tiene cierta edad) acabe pidiéndonos explicaciones por todo con una actitud altiva. Algunas claves para la educación en positivo A continuación se ofrecen algunos consejos que nos pueden servir de referencia a la hora de orientar nuestra forma de educar en positivo:
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