Curso de Formación para padres: Tema VI

Los estudios de los hijos

Victoria Cardona, educadora familiar,
www.e-cristians.net

El estudio y su sentido

        Al hablar del estudio hemos de considerar que éste es para tener mas formación y desarrollar habilidades de pensamiento. No lo podemos reducir a tener mas instrucción o conocimientos sino que es una base para realizar un trabajo bien hecho cuando uno sea adulto. Nuestro hijo o hija será más culto en la medida en que sea capaz de estructurar su saber y tenga ideas propias, fruto de su reflexión. Lo describe en pocas palabras un autor: ''La cultura no es saber acumulado, sino saber asimilado''.

        Lógicamente los padres somos los primeros responsables del estudio de nuestros hijos. El centro educativo da una ayuda complementaria, pero tan importante, que conocer el ideario de la escuela y el diálogo familia-colegio ocupan un lugar preferente. Conocer si nuestro hijo tiene baja capacidad intelectual, problemas de lenguaje o es perezoso, nos ayudará a mejorar nuestra tarea educativa. Tenemos casi un 30 por ciento de fracaso escolar en nuestro país, por tanto nos centraremos en algunos puntos importantes para el estudio:

Algunos detalles de orden práctico para tener en cuenta
        1.- Nuestro hijo o hija ha de tener voluntad para estudiar. Crear hábitos y motivaciones para conseguirlo será lo mejor. Los horarios son fundamentales. El ambiente familiar de calma y serenidad influyen favorablemente. No podemos los padres obsesionarnos con las calificaciones. No podemos estar sólo preocupados por las ''notas'', sino valorar el esfuerzo personal más que los resultados. Todos conocemos padres, con pocos estudios, pero que interesados por los trabajos escolares consiguen que sus hijos aprendan. Dice A. Le Gall: ''El alumno debe encontrar siempre en su familia, no una vigilancia exigente y que repare en todo lo correspondiente al trabajo escolar, sino un ambiente optimista y atento que anima y vigila al mismo tiempo''.

        2.- Procurar un espacio adecuado, con buena iluminación y sin ruidos para facilitar la concentración. Se trata de controlar la imaginación para que entienda lo que ha de estudiar. Así sabrá hacer un resumen y tener capacidad de síntesis para retener toda la materia que debe aprenderse. Escribe W. A. Kelly: ''El estudio es el esfuerzo que pone el entendimiento, aplicándolo a conocer alguna cosa y, en especial, trabajo empleado en aprender alguna ciencia o arte''.

        3.- Saber memorizar. En este aspecto los padres, sean del nivel cultural que sean, pueden colaborar preguntando la materia que se ha de aprender. Hemos de ayudar a reflexionar. No es lo mismo, por ejemplo, saber un poema de memoria, que recordarlo y extraer conclusiones sobre su significado.

        4.- Todo lo que sea fomentar el espíritu de laboriosidad en nuestros hijos con nuestro testimonio será la mejor herramienta para adquirir responsabilidad en el estudio. Dando ejemplo de orden en nuestro trabajo y de curiosidad por la cultura y los hechos sociales, nuestros hijos nos imitarán. Para finalizar, recordar que la elección de un centro educativo, que tenga el ideario adecuado a los valores que queremos transmitir en nuestra familia es primordial. A este respecto, transcribo un punto del ideario de un centro: ''En nuestro centro educativo se cultivan las habilidades de pensamiento y de reflexión para que los alumnos sean más rigurosos en su trabajo, más críticos en su pensamiento y más justos en sus juicios''.