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- 1.- Si tu hijo no estudia no es porque sea un flojo
o un irresponsable. Bien sabes que no lo es cuando le interesa.
Por tanto, enfoca bien el problema. Es una cuestión de motivaciones.
- 2.- Normalmente los problemas de estudio se presentan
en la mal llamada edad del pavo. No te quedes en los eslóganes
o frases hechas. Decir que tu niño no estudia porque está
con el pavo subido es lo mimo que no afirmar nada o decir que no
estudia porque no estudia.
- 3.- La adolescencia significa un cambio de expectativas.
Se pasa del por qué de las cosas a por qué me pasan
o no me pasan a mí las cosas.
- 4.- Por eso, el estudio pierde el interés
que suele ser normal en un niño de Primaria. Para el adolescente
su vida va por un lado y el estudio por otro.
- 5.- La inteligencia del adolescente es una inteligencia
sumamente sentimental. Las cosas no tienen un por qué sino
un por qué para mí.
- 6.- Por este motivo, las razones racionales que
ofrecemos a los jóvenes para que estudien suelen caer en
saco roto.
- 7.- No te asustes porque tu hijo piense con el
corazón y no con la cabeza. Es bueno que eso ocurra en su
etapa de desarrollo. Así estamos hechos. No vayas contra
la naturaleza humana.
- 8.- Pero eso no implica que tú como padre
o madre pierdas el sentido común. Se trata de que sepas utilizar
esa situación concreta para educarla y centrarla.
- 9.- Un adolescente estudiará, o pondrá
más empeño por estudiar, si le compensa sentimentalmente.
Esto es así y no hay que saber psicología para que
nos demos cuenta y lo aceptemos.
- 10.- También, en cierto sentido, los adultos
somos así. Trabajamos mejor, por ejemplo, cuando nos valoran
y nos agradecen nuestra labor.
- 11.- Las madres suelen ser sabias y no se
enfaden los padres en conocer los resortes emotivos de los
hijos. Aprovecha esto para conseguir cambios de actitudes.
- 12.- Un adolescente estudiará con más
intensidad si observa que sus padres están preocupados por
su desidia para con los estudios. Y aquí la clave está
en ese si observa. Y observar no consiste en que le des sermones,
le castigues, le premies, le grites o conviertas tu casa en un infierno.
Muévele por el corazón. Verás los resultados.
- 13.- Que tu niño no estudia: vuélcate
en el cariño. Ese cariño que no reprocha y que no
exige nada para ser dado. Harás maravillas.
- 14.- Que tu hijo adolescente no estudia: ¿se
está a gusto en casa?
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