Es
un matrimonio que claramente funciona y gratifica |
Cuando Bartolomé habla de Maria
Luisa, la más tierna de sus sonrisas ilumina su rostro. No hay mujer
más elegante, atractiva, buena y hermosa que su esposa. Y no puede imaginar
un viaje de negocios sin su compañía: ella es su mejor “relaciones
públicas”, animada conversadora en cualquier idioma, sensible
y delicada con los compañeros de trabajo de su marido, y con sus esposas.
De hecho, no recuerda un solo viaje en que no hayan sido generosamente
agasajados por sus anfitriones con una entrañable cena familiar.
Bartolomé refleja en su mirada que el matrimonio ha llenado su vida
con todo lo que una persona podría desear. Se siente seguro, realizado,
y es siempre un placer programar sus viajes y momentos a solas con su
mujer.
Ella lo sabe todo sobre él; y él conoce hasta los más íntimos sentimientos
de ella. De vez en cuando discuten, pero saben cómo reconciliarse. Es
un ejercicio que sale casi de manera natural. En realidad, Maria Luisa
y Bartolomé no están en su fase de “luna de miel”. Cuarenta
años de matrimonio, cuatro hijos y cinco nietos no han hecho más que
consolidar su amor. Se conocieron siendo muy jóvenes, y desde entonces
están profundamente enamorados.
Está claro que Maria Luisa y Bartolomé, al igual que muchas parejas
que conocemos, han logrado la felicidad en el matrimonio: su amor es
para toda la vida. Han comprendido que una relación satisfactoria y
duradera no sucede al azar, sino que la vida matrimonial está llena
de momentos para construirla con mayor solidez, a través de una amplia
variedad de detalles y manifestaciones de amor. |
Pensar
que el otro es el importante |
LOS
SECRETOS DE UN AMOR PROFUNDO, TIERNO Y DURADERO
1.
Busca siempre el segundo lugar
“Poner al
otro por encima de uno mismo”. Muchos de los matrimonios que
se rompen lo hacen por no vivir esta sencilla máxima. El egoísmo
no funciona en un matrimonio. A menudo las parejas son más egoístas
entre sí que con sus amigos. Se preocupan por estar al tanto de
los éxitos y acontecimientos en la vida de sus amigos, por buscar
áreas de interés común, y ceder para evitar romper una amistad.
Y sin embargo, no ponen la misma energía cuando se trata de la relación
con su esposo/a.
Los mejores matrimonios
son aquellos en los que rige el principio de dar en lugar de recibir,
donde los esposos colocan las necesidades, aspiraciones, esperanzas
y sueños de su pareja por delante de los propios.
Si uno de los dos
pone en práctica este principio con constancia, es altamente probable
que el otro responda de manera recíproca y espontánea con el mismo
amor, cariño, entrega y consideración.
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Buscar
la felicidad del cónyuge en los comentarios |
2.
Sé generoso en tus halagos
Al menos una vez al día, busca algo positivo que decir a tu esposo/a.
Siempre puedes encontrar en la otra persona algo que sea noble,
correcto, puro, amable, admirable, excelente o digno de ser alabado.
Piensa en estas cosas, pon atención a lo largo del día. Para asegurar
un amor para toda la vida, debes ser el “fan número uno”
de tu esposo/a.
Samuel Johnson escribió en el s. XVIII: “El aplauso de un
solo ser humano tiene grandes consecuencias en la vida de una persona”.
El famoso psicólogo John Gottman, que estudió a 2.000 matrimonios,
afirma que por cada comentario o acción negativa se precisan al
menos cinco positivas que las puedan contrarrestar, para que el
amor de la pareja se mantenga fresco. Gottman recomienda todos los
piropos, sonrisas y manifestaciones de ternura posibles, al tiempo
que advierte contra la crítica, el rencor y las actitudes defensivas.
Así pues, halaga a tu esposo/a por todo aquello que es admirable
en él/ella. Si es honrado/a, dile cuánto te agrada que lo sea; si
es fiel, explícale lo maravilloso que es poder contar siempre con
él/ella; si es dependiente o inseguro/a, dile lo bien que te sientes
pudiendo apoyarle y sintiendo cuánto cuenta tu opinión; y si está
muy seguro/a de sí mismo/a, puedes expresar la seguridad que esa
virtud te aporta también a ti.
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La
unión hace la fuerza |
3.
En tiempos de crisis, sed uno solo
Nada une más a unos esposos que permanecer unidos en tiempos de
crisis. El psicólogo Paul Pearsall, autor de “Laws of Lasting
Love” describe cómo la fortaleza de su esposa, siempre
a su lado durante el tiempo en que se enfrentó a un terrible cáncer,
le ayudó a superar los fatalistas pronósticos de sus doctores. Pearsall
relata cómo su mujer le agarró con fuerza y le llevó de un médico
a otro hasta que dieron con uno que pudo salvar su vida: “éramos
uno solo; nos movíamos a un tiempo, con la esperanza de encontrar
un doctor que no confundiera el diagnóstico con un veredicto. Nunca
habría podido caminar a mi curación por mí mismo”.
Otro caso muy conocido es el del actor Christopher Reeves. Una caída
mientras cabalgaba produjo al protagonista de “Superman”
una paraplejia irreversible. El libro escrito por su esposa, “Still
Me”, ha batido records de ventas narrando cómo su matrimonio
alcanzó plenitud a partir de ese momento. La fortaleza de esta mujer
y su apoyo incondicional sostienen la voluntad de su marido por
seguir viviendo. Y ambos han sido capaces de encontrar la felicidad
permaneciendo unidos ante las dificultades más terribles.
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Compartir
materialmente el tiempo |
4.
Pasar mucho tiempo juntos
Es un mito que las parejas felices tienen vidas, intereses y actividades
independientes. Para escribir su libro “Lucky in Love:
The Secrets of Happy Couples and How Their Marriages Thrive”,
la psicóloga Catherine Johnson entrevistó matrimonios de todos los
Estados Unidos que llevan casados entre 7 y 55 años. Más de la mitad
describieron su matrimonio como “muy feliz”.
Johnson se dio cuenta de que una característica común a todas las
parejas felices era que pasaban bastante tiempo juntos, a pesar
de no compartir los mismos intereses. En su opinión, la idea de
que “es esencial mantener identidades separadas” es
errónea. Estas parejas supieron encontrar una “identidad compartida”.
A lo largo del tiempo, habían dejado de sentirse “individuos”
y se sentían “casados” en lo más profundo de su corazón.
Si este proceso no se da, el matrimonio tendrá problemas.
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Siempre
hay un aspecto positivo |
5.
Cree siempre lo mejor, y no lo peor, de tu esposo/a
Seguramente habrán oído en alguna celebración religiosa del matrimonio,
la famosa lectura que termina con la frase: “El amor todo
lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.
Éstas son las pautas para creer siempre lo mejor del otro.
Lamentablemente, muchas parejas despojan a su relación de toda alegría,
esperanza y amor, simplemente porque olvidan los aspectos positivos
de su pareja y ven sólo lo negativo. Y esto tiene terribles consecuencias
en el matrimonio.
El escritor John Powell indica acertadamente: “Son las actitudes
las que hacen que una misma experiencia sea agradable o dolorosa”.
En el matrimonio también sucede así: es necesario mantener una actitud
positiva hacia la pareja, educando los ojos y la mente para encontrar
lo positivo que tiene incluso el rasgo que menos agradable nos resulta:
- Si crees que tu esposa es “chismosa”,
dale a ese rasgo la característica de una cualidad: es sociable,
abierta y expresiva, y sus comentarios nunca son hirientes.
- Si sientes que tu esposo habla demasiado, trata
de ver que podría ser introvertido, huraño y difícil de trato.
Y de esta manera, siempre sabes cómo piensa y se siente.
- Si crees que tu pareja es demasiado “seria
y aburrida”, trata de agradecer que siempre dará a las cosas
el peso y la importancia que merecen, que ponderará lo que dice
y hace, evitando malos entendidos y discusiones impulsivas.
- Si te parece que el otro es “demasiado
débil y no sabe decir que no”, valora su buen carácter,
su amabilidad, su capacidad de comprender y ayudar a los demás.
- En lugar de calificar a tu esposo como “demasiado
estricto”, seguro que puedes describirlo también como disciplinado,
maduro, reflexivo y fiel a sus principios.
- Además de “excesivamente extrovertida”,
es muy probable que tu mujer sea a la vez vitalista, positiva,
entusiasta y alegre.
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No
perder ocasión de expresar el amor |
6.
Expresa tu amor frecuentemente y con creatividad
“Hola, cariño. Sólo te escribo esta notita para que sepas
cuánto te quiero y te echo de menos. ¡Date prisa en volver junto
a mí!”.
Jennifer sonríe cada vez que lee ese papelito doblado que ha guardado
durante meses en su bolso. Durante sus siete años de matrimonio,
se ha visto obligada a viajar mucho por su trabajo en una empresa
consultora. Cuando llega a un hotel, se siente sola y desanimada.
Pero William lo sabe y ha logrado suavizar esos sentimientos mostrándole
su amor de mil maneras distintas. Ella sonríe y se ilumina su expresión
cuando recuerda los divertidos detalles de su marido: cartas escondidas
en su maleta, postales, poesías, regalitos, fotos y hasta galletas,
su chocolate favorito o unos caramelos... “Me siento como
en casa cuando descubro sus detalles: todo me recuerda cuánto me
ama, y me ayuda a seguir adelante a pesar de echarle tanto de menos”.
Piensa tú también en qué forma especial e inesperada puedes sorprender
a tu esposo/a, recordándole que es lo más importante de tu vida.
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Decidir
que es lo prioritario |
7.
Haz de vuestro matrimonio tu prioridad
La psicóloga Judith Wallerstein, en un estudio sobre 50 matrimonios
felices, destaca que todos ellos declararon que construir un matrimonio
sólido y duradero había sido el compromiso más importante de toda
su vida de adultos. Es un gran consejo para asegurar un amor para
toda la vida.
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DECÁLOGO
DEL MATRIMONIO FELIZ
1. |
Nunca estéis enfadados los dos a la vez. |
2. |
No os gritéis jamás, a no ser que la casa se
incendie. |
3. |
Si uno de los dos debe ganar una discusión,
deja que sea el otro. |
4. |
Si tienes que criticar, hazlo con amor y delicadeza. |
5. |
Nunca menciones errores del pasado. |
6. |
Olvídate del mundo entero antes que de tu pareja.
|
7. |
Nunca os vayáis a dormir sin haber hecho las
paces por una discusión. |
8. |
Al menos una vez al día, hazle un comentario
amable o ten un gesto de amor. |
9. |
Cuando te hayas equivocado, admítelo y pide
perdón. Si se equivoca, perdónale. |
10. |
Se necesitan dos para una pelea, y quien no
tiene la razón es normalmente el que más habla |
..................................................
* Adaptación del trabajo del mismo título de Victor M. Parachin,
escritor independiente de California del Sur, EEUU (publicada en
Catholic Twin Circle, 22.09.1996)
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