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Buen ambiente y rendimiento |
Hace ya unos años, en Estados Unidos, una poderosa fundación decidió financiar un amplio estudio sobre las causas del descenso de productividad de todo un sector de empresas del país. Hicieron innumerables encuestas, entrevistaron a cientos de directivos de compañías pequeñas y grandes, analizaron todas las posibilidades, y al final se hizo un extenso informe que fue presentado a los responsables de la Fundación como resultado de más de un año de trabajo. La idea que encabezaba el informe era la siguiente: el esfuerzo realizado por la mayoría de las empresas durante tantos años para optimizar los procesos de trabajo, especializar al máximo los cometidos y establecer rigurosísimos sistemas de control de productividad de cada empleado, había acabado por afectar negativamente al ambiente de trabajo. Para el éxito y eficacia de una empresa decía una de las conclusiones es fundamental lograr un ambiente de trabajo que resulte grato y motivador para todos. Y como cuestión práctica, insistía en que es preciso empeñarse seriamente en tratar con más deferencia a los subordinados. Tampoco es un descubrimiento espectacular. No sé si hacía falta invertir tanto dinero para llegar a eso. Es casi de sentido común. Estoy de acuerdo contigo, pero por lo menos es una alegría que nuestro sentido común coincida con lo que dicen tan prestigiosos investigadores. | |||||
Cariño en lo práctico |
Quizá en la familia podría hacerse un estudio parecido y sacar conclusiones similares. Para mejorar todo el conjunto de la familia habría que cuidar más los detalles externos prácticos de afabilidad y buena convivencia. Sería mejor decir que hay que mejorar en el cariño que se tienen entre sí los miembros de la familia. Lo otro viene como consecuencia, si existe ese cariño. Tienes razón, pero hay personas a quienes les cuesta manifestarlo. Cada uno es como es, pero todas las personas necesitan cariño, y hay que aprender a manifestar ese cariño en detalles pequeños. | |||||
Algunos detalles concretos |
Hay que ser más afable en el trato, en cosas cuantificables y evaluables. No basta con quererse en general, en teoría: todos necesitamos palparlo en detalles. Enumeremos algunos consejos prácticos sobre detalles de afabilidad:
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