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Porque es mucho más que el triunfo |
Después del triste y patético "pasillo" que ofreció el F.C. Barcelona para homenajear al ya campeón de la liga, el Real Madrid, me vino a la memoria un hecho que me ocurrió hace ya varios años durante la final del campeonato de fútbol escolar en la que participaba uno de mis hijos. En medio del fragor del partido, la madre de uno de sus compañeros de equipo, avergonzada de ver cómo se estaba comportando su hijo en el terreno de juego, se levantó, bajo las gradas con gran serenidad y dirigiéndose al entrenador le dijo: "Saca ahora mismo a mi hijo del campo y siéntalo en el banquillo hasta que aprenda que hay que saber ganar y saber perder. No he madrugado cada sábado para verlo jugar,para encontrarme ahora con esta falta de deportividad y con este juego sucio." Los padres que estábamos en las gradas la miramos como si se hubiera vuelto loca de repente. ¡Pobre chaval!, pensamos. Menuda jugarreta le acaba de hacer su madre. Pero el joven entrenador, a pesar de que quedaban pocos minutos para el final de la primera parte y que el chaval era imprescindible en el juego, lo entendió a la perfección. El también era de los que pensaba que el deporte no solo significa competir para ganar. Para él, por lo menos eso era lo que intentaba enseñarles a sus jugadores en los entrenamientos, hacer deporte significaba mucho más. El valor educativo del deporte y los valores humanos y espirituales que de su práctica se derivan son incalculables. Un buen deportista que pretende ser recordado por algo más que el mejor gol, la carrera más peligrosa o el sprint más espectacular, además de jugar limpio tiene que ser correcto en las formas, noble de espíritu, con grandes dosis de sentido del humor, leal con sus compañeros, dócil a su entrenador, obediente para aceptar las decisiones del arbitro, sacrificado por el bien del equipo, fiel a sus colores, además de modesto y paciente cuando triunfa, sereno cuando pierde, y generoso con sus seguidores. Porque el deporte es un lugar donde los resultados no importan, lo importante es el esfuerzo, la alegría, la ilusión y la sana rivalidad puesta para conquistar el éxito. El deporte es un lugar de encuentro, de amistad y de solidaridad que supera cualquier barrera de lengua, raza y cultura. El deporte forja el carácter, enriquece nuestras amistades y contribuye a construir un mundo mucho más solidario, más alegre, donde uno intenta pasárselo bien y hacer que sus competidores disfruten. | |||||
La lección bien aprendida |
Porque, ¿"De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida" (Mt 16, 26)?
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