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Comience
desde la infancia dando a su hijo todo lo que le pida. Así
crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
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No
le dé ninguna educación espiritual. Espere que alcance
la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
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Cuando
diga palabrotas, ríaselas. Esto le animará a hacer
más cosas "graciosas".
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No
le reprenda nunca ni le diga está mal algo de lo que hace.
Podría crearle complejos de culpabilidad.
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Recoja
todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes,...
Hágaselo todo, así se acostumbrará a cargar
la responsabilidad sobre los demás.
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Déjele
leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos,
cubiertos y vasos estén esterilizados, pero deje que su
mente se llene de basura.
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Dispute
y riña a menudo con su cónyuge en presencia del
niño. Así no se sorprenderá ni le dolerá
demasiado el día en que la familia quede destrozada para
siempre.
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Dele
todo el dinero que quiera gastar, no vaya a sospechar que para
disponer de dinero es necesario trabajar.
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Satisfaga
todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio
y la austeridad podría producirle frustraciones.
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Póngase
de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores,
vecinos, etc. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra
su hijo y que de verdad quieren fastidiarle.
Creo
que no necesita ningún comentario. Animo a los que lo crean
interesante a que lo difundan entre sus cercanos y colguémoslo
en lugares públicos (lugar de trabajo, colegios, institutos,
organismos públicos, asociaciones, parroquias, tiendas,...).
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