La Escuela Superior de Ingenieros de la Universidad de Navarra (TECNUN) inauguró la Cátedra de Ética Empresarial Rafael Escolá con una ponencia de Jeffrey Pfeffer, catedrático de la Universidad de Stanford (EE. UU.). Asimismo, participaron representantes del ámbito empresarial, institucional y académico como Felipe Prósper, presidente de Idom; y Alejo Sison, director de la Cátedra.

        El profesor Jeffrey Pfeffer recordó que "hoy en día el comportamiento económico del mundo empresarial se basa en una ética enfocada sólo a conseguir resultados. Lo realmente importante es el fin al que aspiramos y los medios carecen de fuerza ética, pues de hecho el fin justifica los medios". El experto norteamericano subrayó que todo esto "genera un comportamiento amoral en el trabajo de algunos líderes empresariales y de algunos estudiantes de las escuelas de negocios".

        Asimismo, destacó que esta ausencia de valores se materializa en las empresas donde el objetivo prioritario es maximizar el beneficio y el valor de las acciones. Y explicó que de esta manera "se entroniza al accionista a costa de olvidar a los demás protagonistas de la empresa, cuando lo correcto sería pensar en los intereses de todos los colectivos, dando prioridad a los clientes". De hecho, agregó, "hay estudios que sostienen que tener en cuenta los intereses de los empleados conduce a unos mejores resultados. La búsqueda exclusiva de una maximización del beneficio contribuye a formar hombres egoístas para los que todo vale con tal de alcanzar la meta propuesta".

        Por su parte, Felipe Prósper realizó una semblanza de Rafael Escolá y destacó que a los pocos años de fundar Idom, repartió el valor patrimonial de la empresa entre los ingenieros que trabajaban en ella porque "no quería tener empleados sino socios en el trabajo y en la propiedad". El presidente actual de Idom dijo que la imaginación de Escolá "aportaba permanentemente ideas originales ante cualquier situación, siendo un autodidacta genial. Su modo de hacer, su estilo de gobernar y de trabajar en equipo estaba fundamentado en unos profundos principios humanos con los que fue siempre coherente".

        Felipe Prósper incidió finalmente en cómo Rafael Escolá "meditó largamente sobre las disyuntivas éticas que le salieron al paso en su vida laboral. Anécdotas relativas al secreto profesional, a los proyectos innecesarios, a los dictámenes interesados, a los cambios de empresa, a la filtración de datos, a la apropiación de ideas, etc.". Y concluyó su intervención diciendo que Escolá no fue un profesional de la ética o de la filosofía, sino un ingeniero experimentado y profundamente responsable "que reflexionaba sobre sus propias vivencias desarrollando lo que denominó la 'ética de la elegancia'".

        Alejo Sison, profesor de la Universidad de Navarra y director de la Cátedra Rafael Escolá, explicó que el objetivo de esta iniciativa es promover la excelencia profesional integral de los ingenieros tanto en su vertiente técnica como en la ética. Este objetivo coincide con la trayectoria del profesor Jeffrey Pfeffer, "quien se ha preocupado por estudiar y desmantelar los obstáculos psicológicos e institucionales a la implantación de prácticas que denotan un alto grado de compromiso de las personas con la empresa en la que trabajan".

        Rafael Escolá (Barcelona 1919- Bilbao 1995) se graduó en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad de Barcelona. Su trayectoria profesional estuvo siempre ligada a la ingeniería y a la construcción, destacando la fundación de la empresa Idom en la que actualmente trabajan 1.200 profesionales. Su inquietud por la formación de los jóvenes le llevó a ejercer la docencia de ética para empresarios en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra, con entusiasta dedicación. Esta Escuela que le ha homenajeado con la inauguración de la Cátedra que lleva su nombre.