¿Pecado?

Alfonso Aguiló
Libertad y tolerancia en una sociedad plural: el arte de convivir
Alfonso Aguiló

        —Pero mucha gente no cree en el pecado...

        La historia de la humanidad muestra con claridad que la conciencia del pecado es algo que siempre ha pesado sobre el hombre, pues el hombre es un ser que necesita remedio al sentimiento de culpa que le producen sus errores personales. Todas las religiones, e incluso los cultos más antiguos de la época precristiana, hablan del perdón y la expiación de los pecados, y todos los sistemas de pensamiento se plantean de una forma u otra el problema de la liberación del pecado.

        Todo hombre comete errores. Unos serán más graves que otros, y unos más culpables que otros, pero todos comprometen en cierta manera su felicidad. El pecado siempre produce un daño a uno mismo, se quiera reconocer o no. De la misma manera que, por ejemplo, la droga destruye la salud del cuerpo, podría decirse que el pecado, si no hay arrepentimiento y rectificación, va deteriorando la salud del espíritu y arruinando la vida entera del hombre.

        —¿Y consideras importante la castidad para la fe de una persona?

        Bernanos decía que si no había perdido la fe era porque Dios había tenido a bien guardarle de la lujuria. Me parece una afirmación acertada, porque en el arranque de todo alejamiento de Dios suele haber una claudicación en esta materia.