Ley moral y felicidad humana

Alfonso Aguiló
Libertad y tolerancia en una sociedad plural: el arte de convivir
Alfonso Aguiló

        —Pero a lo largo de la historia han surgido infinidad de concepciones morales radicalmente incompatibles entre sí...

        Las diversas concepciones morales que han ido surgiendo a lo largo de la historia del género humano, tienen efectivamente puntos en contradicción, pero también muchos otros en común. Algunos insisten tanto en la incompatibilidad que llegan a pensar que toda ética es una invención humana propia de cada momento o lugar. Pero la historia muestra que la intuición moral natural es bastante común a todas las grandes civilizaciones que han presenciado el paso de los siglos, desde hace miles de años.

        Los grandes imperativos morales están presentes en toda la historia. Las grandes conquistas éticas de la humanidad son tan verdaderas como las conquistas de la ciencia experimental o de la técnica. O incluso más, ya que captan más profundamente la verdad y resultan más decisivas para la felicidad humana.

        —¿Por qué te parecen más decisivas?

        Porque la moral es decisiva para la dignidad del hombre. Despreciar la moral no hace al hombre más libre, como si fuera algo de lo que al hombre conviniera liberarse. Desatender el deber moral degrada al hombre, lo desplaza a un escalón menos humano, lo aparta de la felicidad.