Juan José Lara, empresario y atleta.
Sin Excusas
Kyle Maynard
"Las ganas de vivir hacen que te aferres a lo que te da la vida"
Alfredo Urdaci
La Gaceta de los Negocios,
4 de mayo de 2007
Arquitectos de la cultura de la muerte
Donald De Marco, Benjamin D. Wike

        Nació en Sevilla en 1965. Es el cuarto de seis hermanos. Cuando nació, su padre, guardia civil, había dejado de viajar de un destino a otro. De su infancia recuerda que fue rápida y llena de imaginación. En una familia con seis hijos no había cumpleaños. Sólo veían los regalos después de la noche de Reyes. Dejó el colegio a los 16 años. Ingresó en la Academia de la Guardia Civil un año después, y con 18 añitos ya vestía el uniforme. Su primer destino: el parque móvil de Barcelona. El segundo: escolta de Salvador Dalí en Fgueras. El tercero: el Puerto de Pasajes. San Sebastián. Fue el último.

        Como guardia en Pasajes, uno de los lugares más difíciles para el cuerpo, entró a estudiar euskera en una ikastola. A los meses le enviaron a un curso de fiscal en Sabadell. Un día, de regreso a la academia, sufrió un accidente de tráfico. Aquel día cambió su vida. Una lesión medular le mantiene atado a una silla de ruedas. ¿Atado? Nadie lo diría después de ver su largo historial de campeonatos de baloncesto, su pasión por el atletismo y el gimnasio que abrió hace unos años en Sevilla.

¿Qué pasa el día que le dicen que no podrá correr con las piernas?

        Si no tienes una preparación mental fuerte es difícil salir. A mí me tocó a una edad en la que era joven y tenía todas las ganas de vivir y una gran fortaleza. Aunque parezca lo contrario, los jóvenes salen adelante mejor.

Pero, ¿cómo es la vida después?

        La silla no es lo peor para un lesionado medular, y eso que hace 20 años nada estaba adaptado para nosotros. Las ganas de vivir hacen que te aferres a lo que te da la vida. En mi caso ese asidero ha sido el deporte.

Los comienzos debieron de ser terribles.

        Yo salí del hospital con mi silla de ruedas. A la semana siguiente ya tenía el carné de conducir, con mi permiso de minusválido, y en cuanto tuve el coche ya salía para ir a ver a mi novia. Luego me casé, y tenemos dos hijos.

Bueno, vamos al deporte, que es usted todo un campeón.

        He jugado al baloncesto con el "Virgen del Rocío", he formado parte de la selección nacional. ¿Títulos? Campeón de Europa, plata en los europeos de París con la selección nacional, dos mundiales en Edmonton y Sydney, y paralímpicos en Barcelona y Atlanta, a parte de títulos nacionales de copa y de liga.

¿Hay juego sucio en una cancha en la que juegan minusválidos?

        Sí, claro, igual que en todo deporte. No tenemos compasión. Es un juego, pero hay que ganar.

Montó un gimnasio en Sevilla...

        El gimnasio se llama "Por tu físico". Aquí entrenan minusválidos y gente sin problemas.

¿Qué aportan los discapacitados?

        Tienen una gran conciencia de la necesidad de prevención. Se estimulan y se ayudan. La gente sin minusvalfa siente admiración. Yo animo a los empresarios a que contraten minusválidos, dan mucho más de lo que reciben.

¿Se supera todo en la vida?

        No sé si habrá algo más duro que esto. Sí, supongo que perder un hijo. Lo demás, la fuerza mental ayuda a superar cualquier barrera. Tienes que moverte.