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La liebre de la crisis |
En esta nueva Fábula fabulosa, Esopo habla al siglo XXI sobre La liebre y la tortuga y nos recuerda la importancia de los valores de esa casa que la tortuga lleva siempre consigo; de ese hogar donde la persona vale por lo que es y no por lo que tiene ni por lo que hace.
La liebre y la tortuga
Cierto
día una liebre se burlaba de las cortas patas y lentitud al
caminar de una tortuga. Pero ésta, riéndose, le replicó:
Querido Esopo: Atravesamos tiempos malos. Parece que se desmorona la economía, esa liebre tan veloz como el viento, y que a ratos, a meses, se echa a dormir junto al camino. Ojalá descansase también el pago de la hipoteca, el índice de paro, los precios de los alimentos básicos, el gasto (en ocasiones despilfarro) público.
¿Fracasará este sistema como cayó el comunismo, esa otra liebre que recorrió ágil tus naciones vecinas del Este durante el siglo XX?
Puede que la discusión no sea comunismo, capitalismo, libremercado... Tal vez estemos olvidando esa casa que la tortuga lleva siempre consigo: una casa, mejor dicho un hogar, donde la persona vale por lo que es y no por lo que tiene (coches, presupuestos millonarios...) ni por lo que hace (sonreír mientras mendiga un puesto en Washington).
Con los valores de ese hogar, aunque a veces parezcamos lentos, obtendremos siempre el éxito. | |||||
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