Así
sucede de hecho también en nuestra vida: un conjunto
de peripecias arriesgadas, que nos hacen estar a punto de sucumbir
con mucha frecuencia, y nos mantienen en permanente tensión.
Venimos a ser como ese animal, pequeño e inexperto. Pero
también en la vida nuestra contamos con un Padre que
nos salva, porque no nos ha perdido de vista ni un instante,
si tenemos puesta en Él nuestra confianza (video duración
3' 50").
|