Sueños compartidos
Liliana Esmenjaud
El arte de ser feliz
Ignacio Larrañaga

 

 

 

 

Pero algunos sueñan mal

        Hace unos días presencié una balacera de 45 minutos en la esquina de mi casa, seguida por gases lacrimógenos. Entre las sirenas y el ruido de los helicópteros que rondaban por ahí la confusión era grande. Una verdadera pesadilla hecha realidad. Nadie salíamos de nuestras casas. Quien osaba asomarse escuchaba desde la calle un “no salga por su seguridad”. Fue un motín en el reclusorio de menores que costó trabajo apagar.

        Por esos mismos días, la secretaria de educación pública había dicho que si no se invertía en educación, lo tendrían que hacer en cárceles. ¡Qué razón tenía! Pues ¿para qué otra cosa sirve la educación si no es para integrar a sus miembros en la sociedad?

        El niño y el adolescente sueñan con ser alguien en la vida, sueñan con tener un lugar en la sociedad, pero de suyo, no cuentan con los medios para hacerlo, a menos que alguien les tienda una mano. De ordinario, son los padres de familia y los educadores quienes lo hacen, quienes comparten con ellos sus sueños hasta hacerlos realidad.

        Hay niños que sueñan con hacer algo por los demás. Estos, cuando encuentran el apoyo necesario, llegan, después de un largo viaje, a ser premios nóbeles de medicina o de la paz; salvan vidas; forman una hermosa familia; hacen felices a los demás; cada cual según su sueño y posibilidad.

        Pero no faltan quienes no saben soñar, que no tienen ideales grandes, que no buscan ir a más. Pues no todo sueño se ha de secundar. Los mismos niños no tienen la capacidad para discernir cuáles valen la pena y cuáles no. Los educadores han de salir en su ayuda. Hay niños, por ejemplo, que sólo sueñan con comodidad, con placer, con tener, con gozar… este tipo de sueños, al hacerse realidad suelen terminar en pesadillas como la drogadicción, el alcoholismo, el fraude,… pues al borrar todo gran ideal, quitan las fuerzas para luchar ante las adversidades que siempre llegan en la vida. En estos casos el educador necesita compartir sus propios sueños y enseñar a soñar.

Enseñar a soñar

        Ha habido grandes educadores que han llegado a más, que han sabido no sólo compartir sus sueños sino irradiar su ideal, formando escuela y dejando a su paso toda una cadena de bien. ¡Cuántos, por ejemplo, se han beneficiado por la cadena de colegios Mano Amiga![1]; o por el trabajo desinteresado de los Centros de Rehabilitación Infantil Teletón[2]. ¡Cuántos jóvenes han podido estudiar su carrera gracias a las universidades UNID![3] ¡Cuántos médicos han podido hacer realidad su sueño de ayudar a los más pobres gracias a las unidades móviles de telemedicina, o a las misiones médicas “helping hand medical missions”! Todo esto gracias a alguien que supo no solo soñar, sino hacer soñar, dedicando su vida a hacer posibles los sueños de los demás.

        En este mes del niño, reflexionemos sobre el futuro que queremos para nuestra sociedad. ¿Más educación? O ¿más cárceles? Y empecemos por compartir los sueños de aquellos que no encuentran una mano amiga que les ayude a hacerlos realidad. Si no compartimos sus sueños en la infancia, compartiremos muy pronto sus pesadillas.

 

NOTAS

[1] http://www.altius.org/
El Centro Mano Amiga es un modelo de Fundación Altius basado en la formación integral, ofreciendo servicios de educación, desarrollo económico y proporcionando los medios necesarios para mejorar la salud. De esta forma brinda bienestar y crecimiento para lograr una transformación positiva en las comunidades necesitadas a lo largo del mundo.

[2] http://www.teleton.org.mx/
Objetivos del CRIT
1. Promover la unidad nacional en torno a nuestros valores.
2. Promover una cultura de integración a favor de las personas con discapacidad.
3. Construir y operar centros de rehabilitación para menores con discapacidad.
Apoyar a instituciones que trabajan en el sector de la discapacidad en la República Mexicana a través del Fondo Teletón de Apoyo a Instituciones (FTAI).

[3] http://www.unid.edu.mx/ Universidad Interamericana para el desarrollo

[4] http://www.hhmm.org/