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En Madrid hemos tenido casos de personas que al principio ni siquiera te dejaban entrar en sus domicilios y al cabo de un tiempo acaban saliendo a pasear por la calle. La soledad se cura con tiempo, amistad y afecto.
Sólo en Madrid, por ejemplo, hay más de 135.000 personas que viven solas y la mitad son mayores de 80 años. Por eso, todo nuestro voluntariado va dirigido a ellas. Nuestra área de acción es individual y fundamentalmente humano.
Recuerdo una frase de la madre Teresa cíe Calcuta que decía que la soledad era el principal problema del ser humano. En nuestra sociedad estamos inmersos en un consumismo y un hedonismo tan grande que nos olvidamos de otros valores. No sé si es que los padres no hemos sabido educar a nuestros hijos o es un problema social. Pensamos en dos coches o en la segunda vivienda, y a veces parece que nos estorban las personas.
Efectivamente, y conviene recordar que un día todos seremos viejos. Por eso, afortunadamente muchas instituciones están preocupadas por este tema y pretenden promover el envejecimiento activo, para motivar a estas personas que están bien y son válidas para que no caigan en el aislamiento. Nosotros, por ejemplo, hemos iniciado unos programas nuevos de tipo transversal que consisten en promover el voluntariado en colegios profesionales. La idea es crear grupos e intentar despertar en esos colectivos el espíritu de solidaridad y promover el envejecimiento saludable.
Esta actividad es muy gratificante. Aunque el ejercicio del voluntariado no es cuestión de hablar, sino de escuchar, a veces los voluntarios sienten que reciben más de lo que dan. El problema es que la cultura del voluntariado no está muy asentada en España y está muy por debajo de otros países.
Lo ideal sería empezar a sembrar desde los colegios. Muchos estudiantes de Erasmus colaboran con nosotros: del mismo modo que van al cine, dedican una tarde a ayudar a otros. Esto fomenta la empatía y la solidaridad.
Lo he sido poco tiempo, algo más de un año. Ahora me gustaría más, pero soy voluntario entre papeles. También recurro a otra frase, que es tratar de ver alma en los papeles.
Yo sí. Hay mucho que hacer, pero la gente es muy buena... aunque a algunos les gusta disimular. En general, creo que la gente es mejor de lo que creemos. | |||||
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