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          ORACIONES Y DEVOCIONES PARA DESPUES DE LA
         SANTA MISA 
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         A
         Jesús crucificado
      
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                   Mírame,
                  ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en
                  tu presencia: te ruego, con el mayor fervor,
                  imprimas juntamente en mi corazón los
                  sentimientos de fe, esperanza, caridad, dolor de
                  mis pecados y firmísimo propósito de
                  jamás ofenderte; mientras que yo con gran
                  amor y compasión voy considerando tus cinco
                  llagas, comenzando por aquello que dijo de ti,
                  ¡oh Dios mío!, el santo profeta David:
                  Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden
                  contar todos mis huesos.
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         Invocaciones 
         
         al Santísimo Redentor
      
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                   Alma de Cristo,
                  santifícame. 
                  
                  Cuerpo de Cristo, sálvame. 
                  
                  Sangre de Cristo, embriágame. 
                  
                  Agua del costado de Cristo, lávame. 
                  
                  Pasión de Cristo, confórtame. 
                  
                  ¡Oh buen Jesús!, óyeme. 
                  
                  Dentro de tus llagas, escóndeme. 
                  
                  No permitas que me aparte de ti. 
                  
                  Del maligno enemigo, defiéndeme. 
                  
                  En la hora de mi muerte, llámame. 
                  
                  Y mándame ir a ti, 
                  
                  para que con tus santos te alabe. 
                  
                  Por los siglos de los siglos. Amén.
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         Oración a Jesucristo
      
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                   Dulcísimo
                  Señor Jesucristo, te ruego que tu
                  Pasión sea virtud que me fortalezca, proteja
                  y defienda; que tus llagas sean comida y bebida que
                  me alimente, calme mi sed y me conforte; que la
                  aspersión de tu sangre lave todos mis
                  delitos; que tu muerte me dé la vida eterna
                  y tu cruz sea mi gloria sempiterna. Que en esto
                  encuentre el alimento, la alegría, la salud
                  y la dulzura de mi corazón. Tú que
                  vives y reinas por los siglos de los siglos.
                  Amén.
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         Oración a la Santísima
         Virgen
      
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                   Oh María,
                  Virgen y Madre Santísima, he recibido a tu
                  Hijo amadísimo, que concebiste en tus
                  inmaculadas entrañas, criándolo y
                  alimentándolo con tu pecho, y lo abrazaste
                  amorosamente. Al mismo que te alegraba contemplar y
                  te llenaba de gozo, te lo presento y te lo ofrezco
                  con amor y humildad para que lo abraces, lo quieras
                  con tu corazón y lo ofrezcas como supremo
                  culto de latría a la Santísima
                  Trinidad, por tu honor y por tu gloria, y por mis
                  necesidades y las de todo el mundo. Te ruego,
                  piadosísima Madre, que me alcances el
                  perdón de todos mis pecados y gracia
                  abundante para servirte desde ahora con mayor
                  fidelidad; por último, la gracia de la
                  perseverancia final, para que pueda alabarle
                  contigo por los siglos de los siglos.
                  Amén.
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         Oración a San José
      
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                   Custodio y padre
                  de vírgenes San José, a cuya fiel
                  custodia fueron encomendadas la misma inocencia
                  Cristo Jesús y la Virgen de las
                  vírgenes María. Por estas dos
                  queridísimas prendas, Jesús y
                  María, te ruego y te suplico me alcances
                  que, preservado de toda impureza, sirva siempre con
                  alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a
                  Jesús y a María. Amén.
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         Oración a San Miguel
      
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                   Arcángel
                  San Miguel, defiéndenos en la lucha,
                  sé nuestro amparo contra la maldad y las
                  asechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que
                  Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú,
                  Príncipe de la milicia celestial, arroja al
                  infierno con el poder divino, a Satanás y a
                  los otros espíritus malvados, que andan por
                  el mundo tratando de perder a las almas.
                  Amén. 
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         Ofrecimiento de sí mismo
      
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                   Tomad,
                  Señor, y recibid toda mi libertad, mi
                  memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo
                  mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis; a Vos,
                  Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a
                  toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia,
                  que esto me basta.
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