La democracia, ¿el menos malo de los sistemas políticos?
Fernando Pascual
La nueva tiranía
Juan Manuel de Prada

        La frase aparece con cierta frecuencia: la democracia es el menos malo de los sistemas políticos.

        En la misma, sin embargo, se usa como sujeto la expresión “la democracia”, como si se refiriese a un sistema más o menos homogéneo. En realidad, existen muchos modos, unos mejores, otros peores, de organización democrática.

        Por mencionar algunas modalidades diferentes, hay democracias en las que todo pasa necesariamente a través de los partidos políticos, y otras en las que el pueblo vota según otros sistemas de representación. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que premian de modo mayoritario a los partidos (o al partido) más votados, y dejan con menor representación a los menos votados. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que usan complicados sistemas de elección que permiten, por ejemplo, que un partido político con 200.000 votos concentrados en algunas circunscripciones pueda tener varios parlamentarios en el Congreso, mientras que otro partido político con más de 1.000.000 de votos, distribuidos en muchos lugares, no tenga ningún parlamentario. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que se rigen por constituciones amplias y con muchos detalles respecto de los derechos fundamentales, y otras que funcionan desde constituciones breves y con vaguedades sobre tales derechos. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias en las que una votación en el parlamento o un referéndum popular pueden permitir la muerte de seres humanos indefensos a través del aborto, o aprobar por voto la agresión a un país vecino desde ambiciones expansionistas, y otras en las que tales injusticias serían imposibles. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que han permitido o permiten discriminaciones raciales y religiosas, mientras que otras garantizan los derechos fundamentales de todos, sin discriminaciones basadas en el color de la piel o en las creencias religiosas. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que bajo la idea de garantizar la libertad de expresión permiten insultos o calumnias contra inocentes, mientras que otras persiguen y castigan el uso abusivo de la palabra cuando daña injustamente a otros. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias que aceptan someterse a tratados internacionales por encima de las leyes soberanas, mientras que otras consideran que sólo el pueblo, desde sus representantes, legisla sobre sus temas internos, incluso contra acuerdos asumidos por el propio gobierno con otros estados. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias en las que partidos políticos representados en el parlamento controlan e impiden el acceso al mismo de nuevos partidos políticos o movimientos cívicos a través de leyes electorales muy restrictivas y con un fuerte control de los medios de comunicación social, mientras que otras democracias permiten más libertad de organización y participación de todos en la vida pública. ¿Cuáles son las mejores?

        Hay democracias en las que los partidos imponen listas cerradas a sus electores, mientras que otras democracias permiten votar a personas concretas o realizar una consulta previa (las famosas “primarias”) para establecer qué candidatos entran en cada lista electoral. ¿Cuáles son las mejores?

        La serie de preguntas podría hacerse mucho más larga. Podríamos decir, en resumen, que hay democracias pensadas para garantizar los derechos fundamentales de todos los hombres y mujeres que forman parte de un Estado, mientras que otras buscan simplemente perpetuar en el poder a los poderosos y permitir injusticias según preferencias de mayorías más o menos manipuladas. ¿Cuáles son las mejores?

        La frase según la cual la democracia es el menos malo de los sistemas políticos necesita, cuando antes, ser sustituida por otra mucho más sensata: un sistema político, democrático o de otro tipo, sólo será menos malo (mejor) respecto de otros sistemas políticos en la medida en que garantice los derechos fundamentales de todos los que viven como miembros de un mismo Estado.