2 nuevas titulaciones al inicio de curso.

Pérez Adán
Primera universidad en Internet que defiende la vida
José Pérez Adán, su fundador: “la misión de la ULIA es la capacitación académica para una cultura de la vida, la solidaridad y la dignidad humanas”
El arte del asesinato
G. K.Chesterton

 

El hombre que sabía demasiado
G. K.Chesterton

 

El hombre vivo
G. K.Chesterton

 

El hombre que fue Jueves
G. K.Chesterton

 

Cuentos del Arco Largo
G. K.Chesterton

 

El regreso de don Quijote
G. K.Chesterton

 

El poeta y los lunáticos
G. K.Chesterton

 

El padre Brown
G. K. Chesterton

 

El escándalo del padre Brown
G. K.Chesterton

 

        La Universidad Libre Internacional de las Américas (ULIA) es un caso único en el mundo universitario. Estamos ante una universidad a distancia, gratuita con vocación de excelencia, de ideario provida, y que funciona al margen de gobiernos y estados. Conduce sus actividades en español, lleva funcionando 8 años y dispone en este momento de una oferta de 9 titulaciones, todas ellas de postgrado.

        Hace apenas una semana han lanzado desde su web www.ulia.org, la oferta de plazas para el curso que comienza el 1 de Enero de 2009 y que contempla dos nuevas titulaciones, un máster en ‘Bioética’ y otro en ‘Educación de la Sexualidad y Defensa de la Vida’, que se suman a las siete que ya tenía. La ULIA cuenta con 60 profesores de 16 universidades en siete países, que ejercen su labor gratuitamente.

        De todo ello charlamos con su iniciador y coordinador general, el profesor de la Universidad de Valencia, José Pérez Adán.

¿Cómo comenzó ULIA?

        La Universidad Libre Internacional de las Américas comenzó a gestarse en unas reuniones de académicos y profesores universitarios preocupados por la falta de protección en las leyes de los países así llamados desarrollados, del derecho a la vida. Nosotros veíamos que esto era un síntoma de grave decadencia y tratábamos de ver qué podíamos hacer al respecto.

        La primera de estas reuniones se llevó a cabo en 1993 en Segovia, España. Seguimos reuniéndonos anualmente y a partir de 1998 ya decidimos realizar estos encuentros en América. En uno de ellos, celebrado el año 2001 en San José de Costa Rica, decidimos fundar ULIA.

¿Cuál es el objetivo fundamental de la Universidad Libre Internacional de las Américas?

        El objetivo principal de las actividades académicas que promueve ULIA es ofrecer una capacitación de alto nivel académico que haga posible a sus egresados aportar a la sociedad sólidas bases para la promoción de la dignidad y el desarrollo humanos defendiendo en todo momento el valor de la vida. Pensamos que sin este reconocimiento de que la vida es lo primero, todo conocimiento es vacuo y engañoso.

¿Qué caracteriza a ULIA?

        ULIA es una universidad gratuita. Intentamos dar la oportunidad, a aquellas personas que por diversas razones no pueden desplazarse a los centros del saber en sus países respectivos o en el extranjero, de acceder desde el lugar en el que se encuentran a una formación universitaria de postgrado pionera en su género.

        Todos nuestros cursos son a distancia a través de internet. Lo que hacemos es muy sencillo. Se trata de poner en contacto a profesores excelentes que están preparados y deseosos de transmitir lo que saben gratuitamente a un reducido número de alumnos, con esos alumnos que, a su vez, están deseosos de aprender con el único objetivo de saber más, sin preocuparse por la obtención de un título como requisito necesario para ejercer un trabajo remunerado.

        Todo el claustro de profesores trabaja ad honorem, de modo desinteresado, ofreciendo su tiempo libre y su experiencia a gentes que la valoran y aprovechan. Por otro lado, todos nuestros alumnos, estudian solo para aprender sabiendo que al final el único reconocimiento que obtendran será el que nosotros mismos le damos.

¿Cuál es la misión de su universidad y cómo contactan con profesores y alumnos?

        La misión de la ULIA es la capacitación académica para una cultura de la vida, la solidaridad y la dignidad humanas, en un contexto de libre servicio mutuo y de máxima gratuidad entre profesores, tutores y alumnos.

        Quizá alguno pueda pensar que esto es un imposible, que no hay ni profesores ni alumnos así. Nuestra experiencia es, por el contrario, muy distinta. La verdad es que contamos con un claustro de profesores sobrado. Quizá tenga que ver con el auge de la solidaridad, pero la realidad es que son muchos los profesores que están deseosos de regalar una parte de su tiempo ayudando a los demás haciendo lo que mejor saben hacer que es enseñar. Internet posibilita que esto se pueda hacer de la manera más fácil y sencilla posible.

        Por otro lado, en ULIA tenemos una gran demanda de alumnos. Esto, lógicamente, era de esperar. Nuestros cursos son muy selectivos: solo admitimos entre 20 y 40 por año y por titulación. Para cada plaza ofertada tenemos 100 solicitudes, con lo que es necesario efectuar una cuidadosa selección. Para ello, además de la sintonía con el ideario de ULIA, nos fijamos particularmente en el currículum solidario del solicitante.

¿Nunca se ven las caras, todo se hace a distancia?

        Aún a distancia, se pueden ver las caras. No obstante, sí: cada año convocamos un claustro presencial en una ciudad distinta de América. El de este año lo acabamos de tener en Guatemala y el del próximo año será en Lima.

        Estos claustros son unos momentos entrañables pues conoces a tus compañeros y profesores y ahí se sellan amistades que duran de por vida entre personas de muchos países distintos pero con una idea similar de lo que es la solidaridad humana y la cooperación.

        Son tres días de estudio y reuniones que valoramos muchísimo. La gran mayoría de nuestros alumnos y profesores hacen verdaderos sacrificios por asistir al menos una vez. Casi todos los claustros efectuados a la fecha están reseñados en www.ulia.org/ficv.

¿Cuál es la tipología del alumnado de ULIA?

        Hay de todo. Dado el carácter de nuestros cursos en un momento dado, como por ejemplo ahora, solo tenemos 180 alumnos cursando estudios con nosotros. Pero acumulativamente ya son casi 700 los que han pasado por nuestras aulas virtuales y en unos pocos años esa cifra se incrementará notáblemente pues estamos en expansión constante, una expansión impulsada por la solidaridad, que es un recurso inagotable.

        Por países, entre nuestros egresados están primero los de México, después los de Argentina y en tercer lugar los de España. Entre nuestros exalumnos predominan las mujeres y la edad media de nuestros egresados (téngase en cuenta que se momento solo ofertamos estudios de postgrado) es de 35 años.

        Este año ofertan dos titulaciónes nuevas: una maestría o máster en Bioética y otra en Educación de la Sexualidad y Defensa de la Vida, ¿cómo será el futuro de ULIA a años vista?

        Nuestra idea es ir paso a paso, año a año. En estos momentos tenemos 8 años de vida y ofertamos 9 titulaciones. Cada curso aumentamos y reconfiguramos la oferta. Por otro lado, la experiencia que vamos obteniendo es muy valiosa. En los claustros presenciales decidimos las innovaciones y objetivos y hablamos no ya solo de lo inmediato sino de nuestras posibilidades a largo plazo.

        Nuestros objetivos a muy largo plazo son completar la oferta educativa para todas las edades. A diferencia de la educación convencional nosotros hemos empezado por los más mayores y vamos hacia los más jóvenes.

        En un futuro más o menos próximo contemplamos disponer primero de una oferta básica de estudios de grado o de licenciatura, y depués disponer también de una oferta para la educación básica de primaria y secundaria a través del sistema de educación en casa, lo que en inglés se llama “homescholling”. A medio plazo, nuestro objetivo es ofertar el grado superior de doctorado.

        Todo esto, naturalmente, depende de nuestras circunstancias vitales y de que encontremos sucesión continua para que los que estamos más involucrados en el proyecto podamos pasar el testigo a otros.

        Pienso, no obstante, que gracias a Dios esto está garantizado durante unos cuantos años y que después ya nuestros exalumnos podrán ir sustituyéndonos poco a poco. Sí, creo que el futuro de ULIA y de la labor que desempeña puede contemplarse hoy por hoy con optimismo. Se trata de algo que fue una idea y que es ahora una realidad prometedora.