El fin del exilio
Vintila Horia
'El caballero de la resignación', de Vintila Horia
Una novela épica y existencial: el príncipe Radu de Valaquia, ante la opresión otomana, busca una ayuda reacia.
David Amado
El caballero de la resignxación
Vintila Horia

 

 

Lo que pretende la novela

        No gustará esta novela a quienes piensen que en esta vida basta con ser “gente de bien”; tampoco a quienes crean que las dificultades insoslayables y hasta invencibles expulsan al hombre del escenario de la historia para colocarlo en la platea de los espectadores donde podrá deleitarse con sus lágrimas.

        Tampoco agradará a quienes saben juzgar de los acontecimientos del pasado pero nunca se sienten implicados en la pregunta por el presente. Y, siendo una novela de aventuras, defraudará a los que estén acostumbrados a que éstas se resuelvan por el azar o con soluciones de chistera.

        Vintila Horia nos narra la historia de Radu-Negru, príncipe de Valaquia y que recuerda a Esteban el Grande, considerado por los rumanos como el más grande personaje de su historia.

        Pero eso no deja de ser una excusa para lo verdaderamente pretendido, que era ilustrar una frase de Kierkegaard: “El caballero de la resignación renuncia al logro completo y se inclina con toda humildad ante el poder eterno. Es su libertad”.

        Valaquia está a punto de caer bajo el dominio del Imperio Otomano. A la muerte de su padre (que maldijo un día a Dios, como también el padre de Kierkegaard), Radu-Negru debe asumir la responsabilidad de su defensa.

        Viaja a Venecia para solicitar ayuda y allí descubre un mundo de sensualidad y belleza pero también un modo extraño de entender la libertad y el alcance de las convicciones.

        Los acuerdos de Venecia con el Imperio Otomano comprometen a toda la Cristiandad aunque otras miras, mucho más miopes, parecen condicionar la actitud de quienes deberían ser sus defensores.

        Vintila Horia no tiene dificultades para ambientar perfectamente el siglo XVII y las batallas, intereses humanos, deseos, así como los ambientes urbanos o del bosque en los que se desarrolla la acción.

Libertad en la resignación

        Pero con el talento de los autores capaces de tener presente el espíritu humano en el suceder de los acontecimientos y la capacidad para descubrir que lo más profundo sucede siempre en el corazón del hombre, pone toda su potencia literaria a favor de algo más grande.

        Radu-Negru es el príncipe que ha de renunciar a sus intereses inmediatos para asumir con resignación el destino de su pueblo.

        Precisamente Horia señala cómo una decisión de ese alcance no se toma nunca por la sujeción al destino sino como afirmación de la libertad. Es más, muchas decisiones han de tomarse precisamente para defender esa libertad, que es uno de los dones más grandes que se han concedido al hombre.

        Es esta una novela épica que admite muchas lecturas de hondo carácter existencial: desde el modo de afrontar la responsabilidad individual de cada uno hasta la necesidad de no sacrificar el interés individual al servicio del bien común cuando el momento histórico así lo requiere.

        La resignación adquiere en esta novela una aureola positiva que no es la de los héroes griegos (sometidos a un destino inapelable) sino la de los hombre libres que se reconocen ante el Eterno.