¡Cuántas
veces en la vida hemos de aprender a sacar el máximo
partido de las facultades que aún se conservan!
Sin duda alguna sería mucho más fácil,
y mucho más cómodo, caer en la pasividad, en
la autocompasión, en sentirse víctima, inútil...,
aunque no sea cierto.
Para eso no hace falta heroísmo.