Para que ningún hijo se convierta en enemigo
Fernando Pascual, L.C.
Autoridad y libertad en la educación de los hijos
Victoria Cardona

        Buscar la propia felicidad es legítimo ybueno. Pero buscar la felicidad no otorga a nadie patentes o permisos paradañar a seres humanos inocentes.

        Porque el deseo de la felicidad no es excusa suficiente para eliminar a unfamiliar pesado que nos hace la vida imposible. Ni tampoco es excusa paraplanear “atentados” contra la policía municipal a fin de poder aparcar dondenos plazca. Ni otorga un permiso especial para “apropiarnos” (para robar)algo que deseamos vehementemente.

        Es cierto que personas o situaciones crean graves obstáculos en el caminohacia la propia felicidad. Pero ello no basta para que el mal se conviertaen un modo legítimo para “arreglar” las cosas e imponer nuestra voluntadsobre inocentes.

        Por desgracia, lo que es tan claro en la mayoría de los casos, no lo es paramuchos cuando estamos ante la vida de un hijo antes de nacer.

        Hay quienes declaran que ciertos embarazos son “no deseados”, porque unanueva vida es vista como “enemiga” de unos planes personales (de la madre, ode otras personas que se relacionan con ella). Es entonces cuando resultaposible pensar en el aborto (la eliminación del propio hijo) como “solución”, como garantía para superar un grave obstáculo en el camino haciala propia felicidad.

        Es señal de un profundo vacío interior ver así al propio hijo, porqueimplica un modo de pensar y de actuar según el cual un ser humano, el másindefenso de todos, queda a merced de los deseos y proyectos de los adultos,incluso con la ayuda de leyes y de personas que consideran el grave delitodel aborto como “solución” para todo embarazo no deseado.

        Ningún hijo antes de nacer merece ser visto como enemigo. Porque todo hijomerece, desde su silencio y su pequeñez, ser respetado, ser amado, serreconocido.

        Necesitamos abrir los ojos ante esa sencilla realidad. Una sociedad estáprofundamente pervertida en sus raíces cuando ha aceptado que un proyecto defelicidad se convierte en licencia para eliminar a seres humanos inocentes eindefensos.

        En cambio, una sociedad se ennoblece cuando sabe encontrar caminos paraapoyar y sostener a cualquier mujer embarazada, de forma que ella y su hijopuedan vivir serenamente los meses que llevan al día del parto.

        Para los corazones grandes y generosos, ese día será celebrado como uno delos momentos más hermosos y felices de la experiencia humana, a pesar de lasdificultades del camino. No es bella una “felicidad” basada en lainjusticia, y siempre será bella la felicidad que se construye desde lajusticia, la acogida y el amor sincero.