Anticonceptivo o Abortivo? ... He ahí la cuestión

Contracepción de Emergencia, cuando matar cuesta tan poco.

Marco Antonio Gracia Triñaque
Director en Guerrero de Educadores Integrales, I.A.P.
Miembro de la Asociación Panamericana de Bioética
Diplomado en Bioética
ESCUELA VIRTUAL PARA PADRES Febrero del 2004 www.evpp.crux.com.ar

Estado de la cuestión

        Hace apenas unos días se desató una gran polémica ante la noticia de que la Secretaría de Salud incluyó, en la norma oficial de los servicios de planificación familiar[1], la así llamada Anticoncepción Hormonal Postcoital, también conocida como Contracepción de Emergencia.

 

        Las opiniones al respecto, a favor o en contra no se han dejado esperar. Haciendo eco de aquellos que están a favor del uso de estas pastillas tenemos a María Consuelo Mejía, Presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir; Martha Lanas, Directora de GIRE; Lydia Cacho, Directora General del Centro Integral de Atención de la Mujer; José Aguilar Gil, Director de Red Democracia y Sexualidad, AC; Malú Micher, del PRD y Secretaria de la Comisión Equidad y Género, el Dr. Octavio López, Gineco-obstetra, entre otros (los cito a ellos pues son los que han salido en los diferentes medios). Entre los que están en contra de estos “servicios” tenemos a los grupos PROVIDA y a la Iglesia Católica (que emitió una Declaración al respecto), principalmente. Para unos, los que están a favor, estas pastillas son simplemente anticonceptivas, para los otros, son abortivas, por lo tanto, atentan directamente contra la vida de un ser humano.

 

        Espero que a lo largo de estas líneas, podamos tener la suficiente información que, nos permita emitir un juicio ético sobre este asunto y podamos actuar en consecuencia.

Dos posturas claras y encontradas         Aquellos que apoyan esta decisión de la Secretaría de Salud y la promoción de estas pastillas, nos dicen en primer lugar, que son anticonceptivas (en esto coinciden todos los que hemos mencionado), que está demostrado que en los 5 primeros días no hay fecundación (Lydia Cacho), que evita la fecundación (Dr. Obtavio López), que estas pastillas ofrecen a la población que decidan si quieren tener hijos de manera libre y responsable, que la Iglesia ha fracasado en su moral (María Consuelo Mejía) que vean la realidad desde la óptica de las mujeres (Malú Micher) que Juan Pablo II es un misógino (Lydia Cacho) incluso, Ricardo Rocha, concluye su programa Reporte 13 (donde aparecen las declaraciones que acabamos de citar) haciendo mención de esta cerrazón contra la apertura y la tolerancia.

 

        Por su parte, Jorge Serrano Limón, Representante Legal de PROVIDA afirmó que no nos engañe la Secretaría de Salud, esta pastilla es abortiva; y la Iglesia Católica en su Declaración elaborada por la Comisión Episcopal de Pastoral Familiar el 23 de Enero del 2004, declara:

 

       a) Se trata de una combinación de hormonas que puede actuar impidiendo la implantación de un óvulo ya fecundado o embrión en la pared del útero, con lo cual se produce un aborto y se impide que el embrión pueda continuar su desarrollo.

       b) Nos preocupa que la salud de las mujeres, especialmente de las adolescentes, no esté debidamente informada, educada y protegida, pues la literatura especializada reporta contraindicaciones y efectos secundarios que no están contemplados en esta Norma.

       c) Por más que se quiera definir el embarazo hasta la implantación del óvulo fecundado en la pared del útero, con base en las constataciones científicas de la genética se puede afirmar que la vida de un nuevo ser comienza en el momento en que el óvulo es fecundado y se completa el nuevo genoma.

       d) De la misma manera cabe decir, por las constataciones científicas, que no se puede hablar de pre-embrión y embrión, puesto que el óvulo fecundado, o sea el cigoto o embrión unicelular, tiene un desarrollo contínuo, gradual y coordinado, sin saltos cualitativos.

       e) El efecto de la "anticoncepción hormonal postcoital" cuando impide la implantación o anidación es claramente abortivo, en cuanto que elimina directa y voluntariamente la vida de un ser humano recién concebido. Por ello parece un contrasentido el que en la mencionada norma oficial y en alguna literatura especializada, se diga que no actúa como abortivo.

       f) Recordamos que el aborto es un acto gravemente ilícito por cualquier método que se realice, pues se atenta contra la vida del más inocente de los seres humanos.

       g) Sentimos vivamente el grave problema de los embarazos de adolescentes y, a este respecto, recordamos una vez más que los esfuerzos de las políticas públicas de salud reproductiva deben estar orientados a la educación para un ejercicio responsable de la sexualidad con base en los valores éticos objetivos y universales y no en la simple información y en la distribución y promoción de este tipo de productos que no hacen sino poner en riesgo la salud de las mujeres, especialmente de las adolescentes, y menoscabar el bien común, al no respetar el derecho a la vida de los no nacidos, como lo pide nuestra Constitución.

       h) Es necesario dar el justo significado a los términos, de modo que todos sepan cuál es la realidad de la "anticoncepción hormonal postcoital"; tal realidad debe interpelar la conciencia de todos, especialmente de los operadores de la salud: médicos, enfermeras, farmacéuticos, etc. quienes tienen el deber ético de anteponer objeción de conciencia.

       i) La difusión de la "anticoncepción hormonal postcoital" muestra claramente cómo los confines entre anticoncepción y aborto son cada vez más sutiles y son productos ambos de una mentalidad antivida fruto de la cultura de la muerte, contraria al Evangelio.

Drogas empleadas y efectos que producen para evitar la fertilidad a diversos niveles

        Vistas las dos posturas procederemos a nuestro análisis.

 

        El Dr. Justo Aznar[2] nos dice que, la contracepción de emergencia puede definirse como la utilización de drogas o mecanismos diversos para evitar un embarazo después de una relación sexual. Existen diversos medios para practicarla. En primer lugar se utilizaron estrógenos a altas dosis; después se empezaron a usar conjuntamente estrógenos y progesterona y más recientemente se están utilizando progestágenos solos o danazol (una antigonadotropina). También el misoprostol y la mifepristona[3]     (RU-486, más conocida como píldora abortiva[4]) han sido empleados en la contracepción de emergencia.

 

        El Dr. Rafael Luis Pineda[5], nos dice también al respecto, que son varios los métodos que pueden utilizarse en este sentido:

 

a) combinación de estrógenos y progestágenos sintéticos,
b) estrógenos sintéticos solamente,
c) progestágenos sintéticos solamente,
d) danazol[6],
e) antipregesterónicos (mifepristone).

 

        Por su parte, el Dr. Mauricio Besio R.[7] nos comenta que, los estrógenos más utilizados son el etilestilbestrol (25-50 mgrs. por 5 días) y el etinilestradiol (0,5-2mgrs. por 5 días), pero otros estrógenos (estrógenos conjugados por vía oral o endovenosa, benzoato de estradiol y fenilpropionato de estradiol intramuscular) también han sido empleados. Ya en 1972, Yuzpe y colaboradores (conocido como Método Yuzpe), administraron una combinación de estrógenos y progestágenos habitualmente 0, 2 mgrs de etinilestradiol y 2 mgrs de norgestrel o 1 mgr de levonorgestrel, en dos dosis y en 1 día en las 72 horas siguientes al coito, lo que tendría una acción multifactorial, afectando principalmente al endometrio.

 

        La mortífera combinación de metotrexate y misoprostol (Cytotec), no solo es abortiva, también tiene serios efectos secundarios. Entre dichos efectos se encuentran daños a los riñones, a los cromosomas, infertilidad, cáncer, intoxicación de los intestinos, convulsiones, vómitos, diarrea, desórdenes sanguíneos serios, menstruación excesiva, náuseas y dolores de cabeza.

 

        El uso de la mifepristona (RU 486), utilizada durante las primeras semanas del embarazo, provoca el aborto al competir en el endometrio con la progesterona que lo sostiene[8].

 

        Las pastillas autorizadas en México se conocen como Ovral, Eugynon, Nordiol y Neogynon, entre otras.

 

        En la página de internet de Laboratorios HRA Pharma nos dice que en mayo de 1999 lanzó un nuevo producto NorLevo®, Vikela, Vika, Duofem el cual no contiene estrógeno y nos da las siguientes indicaciones:

 

       a) El primer comprimido debe tomarse tan pronto sea posible después del contacto sexual sin protección, y a más tardar dentro de las 72 horas (3 días) después de la relación.

       b) El segundo comprimido debe ser ingerido entre de las 12 horas (lo mas temprano) y 24 horas a más tardar después de la primera toma. NorLevo®, Vikela, Vika, Duofem puede ser administrado en cualquier momento del ciclo.

 

        Estos Laboratorios nos dicen que, hasta la fecha, no se conocen contraindicaciones para la Anticoncepción de Emergencia con NorLevo® y dan la siguiente advertencia: este método puede prevenir un embarazo no deseado, pero no protege contra las enfermedades de transmisión sexual ni contra el SIDA.

 

        También explican como funcionan, cito textualmente:actualmente comprendemos que varios mecanismos pueden estar involucrados, tales como, alteración de la ovulación o la modificación del revestimiento uterino. La anticoncepción de emergencia tiene sus efectos antes de la implantación del huevo en el útero. Si está ya embarazada antes de usar la anticoncepción de emergencia, el embarazo continuará normalmente. Los efectos secundarios que se observaron durante los ensayos clínicos son: nauseas y vómitos; vértigos, fatiga y dolor de cabeza; dolor en el bajo vientre y sensibilidad mamaria; sangrado vaginal. Continúan diciendo que: previene el embarazo en 7 a 9 casos de cada 10: por lo tanto, no es 100% efectivo. Y afirman que la anticoncepción de emergencia con NorLevo® no es un aborto, ya que el levonorgestrel contenido en el NorLevo®, bloquea la ovulación, y así previene la fertilización. Si el embrión está implantado en el útero, el levonorgestrel no puede desalojarlo de éste.

 

       Terminan diciendo: Habitualmente, en el medio del ciclo, un huevo-óvulo, es liberado por uno de los dos ovarios. Este evento es denominado "Ovulación". Si en ese momento, células de esperma que pueden fertilizar al huevo hasta dentro de los siete días siguientes a ser depositados en la vagina, están alrededor del huevo, la "fertilización" puede llevarse a cabo es decir, la unión del huevo con una esperma. Después de los pocos días, el huevo fertilizado se ancla o se implanta, en el útero, y la gestación comienza.

 

       El Dr. Rafael J. Cabrera A.[9] Nos habla también de 2 fármacos, uno de los laboratorios PANZIMA de Nicaragua, cuyo contenido es: Etinilestradiol 0.1 mg y Levonorgestrel 0.5 mg. El otro, producido por los laboratorios VIJOSA de El Salvador, ha sido registrado con el nombre de VERMAGEST, es un compuesto inyectable con una combinación de complejo estrógeno-progestágeno 60 mg.

 

        Los Laboratorios Gador de Argentina producen April y Tridestan compuestos por Etinilestradiol y Levonorgestrel; y Tridette compuesto por Etinilestradiol y Norgestimato.

 

        Hasta aquí, hemos visto algunos de los principales productos así como sus componentes y la información ofrecida por los diversos laboratorios, que es muy similar, al hablar de estos productos. También hemos comentado algunos de los efectos más característicos de éstos.

 

        Con lo expuesto hasta ahora, vemos que, no todos los productos mencionados, son solamente anticonceptivos como afirman los promotores de los mismos, sino que, estas pastillas de contracepción de emergencia o “del día después” son también abortivas.

Los efectos reales de fármacos que se utilizan

        Alberto G. Bochatey, O.S.A.[10], nos dice al respecto: desde el punto de vista técnico: Este fármaco provoca una alteración en el transporte tubárico y también una des-sincronización en la maduración del endometrio. Esto significa que el efecto buscado, es inhibir la habilidad del endometrio para la anidación del embrión humano. Si la píldora es tomada en el período periovulatorio, impide el normal desarrollo y progreso del embrión humano, lo que elimina las posibilidades de supravivencia de dicho embrión, que ya está presente. El levonorgestrel (droga especialmente usada para la píldora de la que hablamos) altera la receptividad del endometrio impidiendo que el embrión siga su desarrollo y pueda implantarse, ya que a la mucosa uterina, se la altera de forma tal que le faltan vasos sanguíneos, consistencia (esponjosa) y espesor. Así, el "terreno" no es apto y la implantación no es exitosa lo que provoca la muerte del embrión. Esta es entonces la acción abortiva del levonorgestrel que por lo precoz de la misma, seguramente pasará inadvertida a la madre.

 

        En el mismo sentido, el Dr. Rafael Luis Pineda (ya citado) nos dice: La "contracepción de emergencia" puede actuar: antes de la fecundación, inhibiendo o alterando la ovulación, interfiriendo con los mecanismos de la fertilización, o una vez que se ha producido la unión del óvulo con el espermatozoide o fecundación alterando el transporte del embrión hacia el útero, inhibiendo su implantación en el endometrio o provocando la eliminación de un embrión recién implantado. En otras palabras, produce un aborto temprano suprimiendo a un ser humano recién concebido, lo que constituye un acto seriamente ilícito que destruye al más inocente de los seres humanos. Nos habla también de cómo en el plano científico y social se está arraigando el uso de una terminología engañosa y confusa. Se trata de la tendencia actual a enmascarar el vocablo "aborto" utilizando una nomenclatura que no se refiera directamente a este acto y, a su vez, que no "asuste" por las connotaciones que el término implica. La nueva terminología - "interceptivo" - le quita dramatismo al uso del término y engaña a quien no conoce su verdadero sentido.

 

        Ralph Rahwan del Colegio de Farmacéuticos de la Ohio State University en Columbus, en respuesta a una editorial del Lancet en la que se afirmaba que "la contracepción de emergencia no constituía un aborto" dice que los "interceptivos (…) interfieren primariamente con la implantación de un óvulo fertilizado y representa un aborto muy temprano. Los libros de Embriología reconocen que la concepción se produce en la fertilización. El término "contracepción de emergencia" tal como es usado en la editorial (…) es equivocado. Vemos por tanto, que cualquier compuesto que modifique las funciones endometrales previene o altera la implantación, implicando mecanismos de intercepción, los que involucran el corto periodo que media entre la llegada del embrión a la cavidad uterina y su implantación en el "nido" endometral es abortivo.

 

        Podemos concluir esta primera parte, con el Dr. Justo Aznar (ya citado), diciendo que, el principal mecanismo de acción de estas drogas, es decir cuando se dan estrógenos y progesterona conjuntamente, consiste en una alteración del endometrio[11], que se produce antes de la implantación. Se podría decir que, en más del 75% de las veces, la píldora del día siguiente compuesta por estrógenos y progesterona, actúa por un mecanismo anti-implantatorio y por tanto abortivo. Llama la atención como la propaganda realizada por los fabricantes de estos productos, así como la información que se da en los prospectos que acompañan al fármaco es insuficiente, cuando no engañosa. En el prospecto del fármaco se habla de que "puede producir cambios endometriales que dificultan la implantación", sin hacer referencia alguna de a qué o a quién impide implantarse". Es decir sin especificar que lo que no se puede implantar es un embrión humano. Incluso se dice que impide la implantación del óvulo, cuando es bien conocido que los óvulos no se implantan, lo que se implanta es el cigoto (óvulo fecundado). Ocultar o eludir información que podría ocasionar algún contratiempo político, económico o profesional es una forma de faltar a la verdad y una clara manipulación.

La vida comienza con la fecundación según se suponía hace años y como demuestra la más moderna técnica

        Hasta aquí, hemos visto los afectos de estos “anticonceptivos” sobre el endometrio de la mujer lo que ocasiona que el embrión no se pueda implantar y se producta un aborto. Ahora bien, tanto los laboratorios que fabrican estos productos como todos aquellos que se afanan en su promoción y difusión, desde grupos minoritarios como son Católicas por el Derecho a Decidir hasta grandes organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirman que no hay embarazo sino hasta la implantación en el útero[12] por lo que no se puede hablar de aborto si no se ha implantado. Incluso en los medios, compararon al óvulo fecundado, con cualquier otra célula como una verruga, por lo que puede ser extirpada y no estás matando a un ser humano, sino eliminando una célula molesta.

 


Espermatozoide en el momento de introducirse en el óvulo.

        El ser humano tiene una reproducción sexuada. Depende de dos células: el espermatozoide (del hombre) y el ovocito (de la mujer), cada una de las cuales por separado es altamente especializada, pero no es un ser humano. Sin embargo, cuando estas dos células se unen en la concepción, llevando cada una su mensaje genético dentro de 23 cromosomas, entonces comienza la vida de un nuevo ser humano con sus 46 cromosomas. Desde ese instante ese nuevo ser humano ya tiene su sexo y grupo sanguíneo, que pueden ser diferentes al de la madre. También en ese momento de la concepción está determinado el color de los ojos y de la piel, así como otras características físicas, incluso hasta la posibilidad de algunas de las enfermedades que este nuevo ser humano pueda sufrir en el futuro. Este nuevo ser es distinto del padre y de la madre y posee su propio ADN.

 


Momento de la implantación en el útero de la madre.

        El Cigoto o nuevo ser humano, al cabo de seis días de fecundado, se implanta en el útero de su madre en etapa de blastocisto. Existe el criterio erróneo de nombrar en las primeras etapas de desarrollo del embrión como “pre-embrión” sosteniendo que en dichas etapas no hay aún vida humana justificando así el uso de los dispositivos intrauterinos (DIU o IUD) o las hormonas que producen microabortos, como algunas de las mal llamadas píldoras anticonceptivas; la anticoncepción de emergencia o píldoras del día siguiente, que alteran el endometrio[13]; y la experimentación con embriones. Pero una vez que el ovocito es fecundado y comienza la vida del cigoto ha comenzado una nueva vida humana y todo lo que atente contra ella, termina con la vida de un ser humano.

 

        El profesor Jérome LeJeune[14] ante la Asamblea Legislativa del Estado de Louisiana (USA) el 7 de junio de 1990[15] afirmó:

 

        La vida tiene una historia muy, muy larga. Ha sido transmitida desde hace milenios en el género humano. Pero cada uno de nosotros tiene un momento de iniciación preciso, que es aquel en el cual toda la información genética, necesaria y suficiente, se reúne dentro de una célula, el óvulo fertilizado, y este momento es el momento de la fecundación. No existe la más mínima duda sobre esto.

        Hace 17 años no se podía decir nada acerca del contenido de la primera célula. Si se buscaba en su interior el mensaje genético que estaba codificado, se mataba a esa célula. Sucedía lo mismo con el embrión muy joven. Porque era imposible examinar el embrión de un día, de dos días o de una semana de edad y ver si tenía tal o cual característica, sin destruirlo, debido a la rudeza de la técnica.

        Ahora tenemos un extraordinario descubrimiento, hecho hace cuatro años y que se utiliza en los laboratorios desde hace dos años. De un embrión de tres días que tiene de cuatro a ocho células, se extrae, en forma muy cuidadosa, una de esas células perforando la zona pelúcida, sacando la célula y volviendo a cerrar el diminuto orificio. Entonces, de la célula, con una nueva técnica llamada PCR o "polimerización en cadena" se reproduce el DNA de esa célula única y se llega a tener suficiente cantidad de tal DNA para analizarlo. Con la técnica en referencia se reproducen millones de copias de la molécula inicial del DNA en 24 horas. Así, aún en un embrión de una semana de edad, con éstas nuevas técnicas podemos decir: "es un hombre " o " es una mujer". Va más allá de lo imaginable que los abogados, al conocer de repente que este embrión de una semana es un muchacho o una chica, no quisieran reconocer al mismo tiempo que es una persona humana.

        Un segundo descubrimiento que cambió nuestra manera de considerar la composición genética humana en los últimos dos años fue hecho por Jeffries, quien súbitamente tuvo la ingeniosa idea de que existían largos trechos del mensaje genético destinados únicamente a dar regularidad a las células. El DNA específico de cada persona, al terminar de usar todo el procedimiento técnico, parece un conjunto de rayas de distinto ancho y colocadas a diferentes distancias, que conforman un patrón propio para cada ser humano. Se parece mucho al código de barras que nos encontramos en los productos del supermercado. De hecho, si comparamos el código de rayas de una persona con los de su padre y su madre, podemos reconocer que la mitad de las líneas específicas de la persona también se encuentra en las del padre y la otra mitad en las de la madre; así se obtiene la absoluta definición de la herencia y podemos determinar con un error menor a una vez en diez mil millones, que esa persona es la descendiente biológica de este padre y esta madre. Tal determinación es muy importante en el caso en que la paternidad deba confirmarse. Estamos en capacidad de detectar, más allá de cualquier duda, quién es el padre biológico y en vez de considerar al bebé como un criminal que debe eliminarse por el aborto, la sociedad debe reconocerlo como un ser humano.

Las publicaciones científicas no ofrecen duda alguna

        La primera célula es generalista. No puede manifestar muchas cosas, pero sabe algo de todo. Dice cómo construir una máquina que a la postre construirá el cerebro. Pero el motivo por el que esta primera célula, que sabe de todo, deba tener especialistas, es porque para que la célula especialista pueda manifestar su propia personalidad tiene que especializarse para que una célula haga las uñas, otra el sistema nervioso, y para que finalmente la totalidad manifieste al ser humano que existe desde la concepción (=fertilización)[16].

 

        Para recapitular lo que la ciencia nos enseña, diría, fuera de cualquier duda, que sabemos que en el principio existe el mensaje. El mensaje genético es vital y su manifestación es vida. Aún más brevemente diría, fuera de toda discusión, que si el mensaje es un mensaje humano, el ser es un ser humano.

 

        Científica y genéticamente, está totalmente demostrado que desde el momento en que el óvulo es fecundado, se inaugura una nueva vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo, dotado de su propio genoma y de una personalidad propia que lo hace único e irrepetible y que posee autonomía propia. Jamás llegará a ser humano si no lo ha sido desde entonces.

 

        Los principales y más respetados diccionarios médicos publicados entre 1978 y 1995, todos definen el comienzo del embarazo como la concepción, y a ésta como la fertilización del óvulo por el espermatozoide: Butterworth's Medical Dictionary, 2a Edición, 1978; Gould Medical Dictionary, 4a Edición, 1979; Stedman's Medical Dictionary, 26a Edición, 1995; Harrup's Dictionary of Medicine and Health, 1a Edición, 1988; Mellon's Illustrated Medical Dictionary, 3a Edición, 1993; Oxford Concise Medical Dictionary, 4a Edición, 1994 y Pearce's Medical and Nursing Dictionary and Encyclopedia, 15a Edición, 1983. El Mosby's Medical, Nursing and Allied Health Dictionary define el embarazo de la siguiente manera: "En el preciso y único momento de la concepción, la mujer está embarazada con un nuevo ser individual". Los siete diccionarios médicos que mencionamos, coinciden en que el término abortivo es la descripción biológica exacta de cualquier fármaco o dispositivo que cause una acción después de la concepción. Por su parte, el diccionario médico Mosby's, que también citamos, afirma que cualquier acción causada por un fármaco o dispositivo usado después de la concepción no puede llamarse una acción anticonceptiva.

Un nuevo individuo con la fecundación

        El Dr. Horacio B. Croxatto[17] afirma: “El cigoto resultante de la fecundación es una célula que tiene la potencialidad de desarrollarse y llegar a ser un humano constituido por miles de millones de células, del mismo modo que una semilla puede llegar a ser un árbol a través de un proceso de crecimiento y desarrollo. Si bien la semilla puede llegar a ser un árbol, aún no lo es; o si bien un huevo puede llegar a ser una gallina, aún no lo es.

 

       Asimismo, el cigoto humano puede llegar a ser un embrión, un feto, un recién nacido o una persona adulta, pero aún no lo es. Necesita desarrollarse. Esta postura, compartida por aquellos que están a favor del uso de las pastillas contraceptivas y de los abortos, deja mucho que desear. Al hablar de potencialidad nos estamos metiendo en el terreno de la filosofía. Filosóficamente hablando, decimos que, desde el momento de la fecundación, tenemos un ser humano en acto, puesto que ya es una vida humana, distinta al padre y a la madre, con su propio código genético, su individualidad y autonomía. Lo que está en potencia son sus cualidades y capacidades que se van desarrollando de manera continua desde la fecundación, pasando por todas las etapas de desarrollo, hasta su muerte natural. Desde el momento de la concepción, no de la implantación[18], es y seguirá siendo un individuo de la especie humana si no interrumpimos el proceso de desarrollo y crecimiento. Si desconocemos al embrión y al feto humanos como miembros de la especie humana, nos estaríamos desconociendo a nosotros mismos como seres humanos ... y si hemos llegado al punto en el que nos desconocemos a nosotros mismos como seres humanos, entonces debemos temerlo todo, ya que seremos capaces de atentar contra nosotros mismos cuando nos encontramos más indefensos y vulnerables.

 

        Por lo tanto, desde el comienzo de esta primera célula en adelante, existe un nuevo y totalmente diferente ser humano. Si esto está demostrado, entonces el párrafo segundo del Art. 14 de nuestra Constitución[19] al señalar que “nadie podrá ser privado de la vida” incluye a todos los seres humanos sin especificar en que etapa de desarrollo se encuentre. El privar a otro de la vida es asesinato aunque este otro sea un cigoto, un embrión, un niño, un joven, un adulto o un anciano. Por tanto la ejecución del aborto, sea por el medio que sea, es anticonstitucional por fomentar el asesinato de un ser humano inocente. Citando al Dr. Alfred Kastler, Premio Nobel de Medicina: “Desde el punto de vista biológico, cualquier práctica abortiva, por temprana que sea, debe ser considerada un homicidio".

Un sujeto humano

        Alberto G. Bochatey, O.S.A. (ya citado), nos dice que, tanto la filosofía como la teología, sobre la base de un análisis biológico completo[20], afirman que el embrión humano vivo (formado a partir de la unión de los gametos) es un sujeto humano, existente, con una identidad bien definida, el cual comienza desde ese momento, a actualizar su propio desarrollo, en forma coordinada, continua y gradual; de modo tal que nunca es una simple masa de células sino, siempre, un sujeto. Como tal, tiene derecho a su propia vida y en consecuencia, cualquier intervención que no sea a su favor, viola su derecho a la vida. Ningún fin, incluso supuestamente considerado bueno, puede justificar una intervención que produzca la muerte y eliminación de un ser humano. Un fin bueno, no hace buena una acción en sí mala.

 

        Visto todo esto, podemos afirmar junto con el Dr. Rafael Luis Pineda (ya citado) que la discriminación del ser humano en las primeras fases de su existencia no tiene sustentación antropológica y biológica, ya que el ser humano es, desde su inicio un ser perteneciente a la especie humana En conclusión, el uso de la "contracepción de emergencia" constituye - en su intención y en su efecto - un acto seriamente ilícito, porque destruye al más inocente de los seres humanos y viola la dignidad y el respeto inmenso que se debe a la persona humana, derecho primero que adquiere en la concepción, mostrando, una vez más, el espíritu antivida que predomina en la sociedad actual[21].

 

        Concluyo, retomando las afirmaciones hechas al principio de este análisis: “la Iglesia ha fracasado en su moral (María Consuelo Mejía) que vean la realidad desde la óptica de las mujeres (Malú Micher) que Juan Pablo II es un misógino (Lydia Cacho), Ricardo Rocha, concluye su programa Reporte 13 (donde aparecen las declaraciones que acabamos de citar) haciendo mención de esta cerrazón contra la apertura y la tolerancia”. Al respecto, y vistos los fundamentos anteriores, podemos afirmar que la moral de la Iglesia está a favor de la vida y de la persona y que, además de ver la “realidad desde la óptica de las mujeres” la Iglesia la ve también desde la óptica de todos aquellos seres humanos que, por su tamaño (cigoto, embrión) no pueden defenderse ni clamar por su derecho a la vida. Esto nos demuestra también que Juan Pablo II no sólo no es misógino, sino que es, uno de los principales promotores de la dignidad de la mujer en el sentido más pleno de la palabra. Si llamar apertura y tolerancia significa abortar seres humanos, aplaudamos a la Iglesia Católica por esa cerrazón que no es otra cosa que apertura, promoción y defensa de la vida humana, de toda vida humana sin importar en que estadio de desarrollo se encuentre.

 

        Esperamos que lo expuesto a lo largo de estas líneas, nos de elementos suficientes, para emitir un juicio ético sobre la ilicitud de las pastillas contraceptivas de emergencia que alterando el endometrio provocan el aborto de una vida humana.

 



[1] La Norma Oficial Mexicana NOM-005-SSA2-1993 de los Servicios de Planificación Familiar actualizada y publicada en el Diario Oficial de la Federación denomina al método como "anticoncepción hormonal poscoito".

[2] Jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fé en Valencia, España.

[3] La mifepristona es un esteroide sintético cuyo efecto es evitar que la progesterona se una a los receptores hormonales. Como por esta acción la mifepristona puede bloquear la ovulación y también retardar el desarrollo del endometrio, se ha usado como contraceptivo de emergencia, siendo más efectivo que el método de Yuzpe.

[4] La RU 486 mata a bebés por nacer de hasta siete semanas de concebidos y es dañina, y a veces mortal, para las mujeres. 

Entre los efectos dañinos se encuentran dolorosas contracciones, náuseas, vómitos, diarrea y abundante hemorragia.

[5] Profesor Adjunto de Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.

[6] El Danazol es una potente anti-gonadotrofina y progesterona, con efecto directo sobre la esteroidogénesis ovárica. Usado desde 1982 como contraceptivo de emergencia, actúa principalmente a nivel del endometrio, impidiendo la implantación.

[7] Departamento de Obstetricia y Ginecología, Centro de Bioética de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

[8]  Dr. Rafael Luis Pineda, Profesor Adjunto de Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.

[9]   Gineco-obstetra nicaragüense.

[10] Director del Instituto de Bioética de la Facultad de Posgrado de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de

     Argentina.

[11]  Citamos también al respecto al Dr. Chris Kahlenborn,  Departamento de Medicina Interna, Hospital Altoona, Altoona PA; Departamento de Medicina Interna, Hospital Bon Secour, Latona, al Dr. Joseph B Stanford, MSPH Profesor Adjunto, Departamento de Medicina Familiar y Preventiva, Universidad de Utah, Salt Lake City, UT y al Dr. Walter L Larimore, Profesor Clínico Adjunto, Medicina Familiar y de Comunidad, Universidad del Sur de Florida, Tampa, FL. En su investigación publicada en The Annals of Pharmacotherapy 2002 March: Los dos tipos de Anticonceptivos de Emergencia hormonal más comunes utilizados en los EUA  son el régimen de Yuzpe (alta dosis de etinil estradiol con alta dosis de levonorgestrel) y el Plan B (únicamente altas dosis de levonorgestrel).  A pesar de que ambos métodos algunas veces detienen la ovulación, pueden actuar también mediante la reducción de la probabilidad de implantación, debido a sus efectos adversos sobre el endometrio (un efecto post-fertilización). El efecto post-fertilización se refiere a cualquier efecto que reduce el índice de sobrevivencia del cigoto o embrión después de la fecundación o concepción. El "Physicians' Desk Reference7" (Manual de Referencia para Médicos) declara:  "Las PAEs (Píldoras Anticonceptivas de Emergencia) ...actúan principalmente mediante la inhibición de la ovulación.  Estas pueden actuar mediante la alteración del transporte tubal del esperma y/u óvulo y/o alterando al endometrio ( inhibiendo, en consecuencia, la implantación).  "La Medical Letter8 (Carta Médica) declara con relación a la Anticoncepción de Emergencia hormonal: Algunos estudios han mostrado alteración en el endometrio, sugiriendo que pudieran también interferir con al implantación del huevo fertilizado. Finalmente, es bien conocido que el uso de Anticonceptivos Orales disminuye el espesor del endometrio como se verificó por imágenes de resonancia magnética y un endometrio más delgado hace que la implantación sea más difícil. Por consecuencia, los anticonceptivos hormonales de emergencia tienen un efecto negativo sobre el endometrio y la implantación del embrión, por lo que son abortivos.

[12] Equiparar el inicio de la vida (fecundación), al inicio del embarazo por implantación en el útero, es algo carente de toda  base científica

[13] La investigación que publicó Grau en 1994 en la American Journal of Obstetrics and Gynecology (Revista de obstetricia y ginecología de los Estados Unidos) arrojó que los fármacos post coitales actúan principalmente para ponerle fin a un embarazo viable al interferir con el endometrio

[14] Doctor en Medicina, Doctor en Ciencias, profesor de Genética Fundamental en la Universidad de París durante 20 años, director de la Clínica Genética del Hospital Pediátrico de París y descubridor de la causa genética del Síndrome de Down.

[15] El testimonio fue publicado en la revista All About Issues, Vol. No. 5, otoño de 1991, pp. 17-20. Derechos registrados por la American Life League, P.O. Box 1350, Stafford, VA. 22554, U.S.A., y traducido por el Dr. Armando Cifuentes Ramírez, Cali, Colombia.

[16] El Dr. Rafael Luis Pineda (ya citado) nos dice también al respecto que: En la fecundación - unión del espermatozoide con el óvulo - comienza una nueva vida, biológica y genéticamente única e irrepetible, por la constitución de un nuevo genoma con aportes genéticos del padre y de la madre, pero sustancialmente nuevo por el rearreglo génico que ocurre en el apareamiento de los cromosomas por pares. De este modo, ya desde la fecundación, aún antes de la implantación, este nuevo sistema biológico comienza a actuar como una estructura independiente, dotada de individualidad genética, comportándose como una totalidad en constante y autónoma organización, hasta la constitución, semanas después, de un organismo completo.

[17] Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER)

[18] Carolo Lynn, en "Anticonceptivos después del coito sin protección, Network en español (enero de 1995): 7, nos dice: Los "anticonceptivos post-coito" constituyen una forma de "evitar" la procreación basada en la falsa teoría de que el embarazo comienza con la implantación del óvulo ya fecundado (o sea, de la nueva vida humana) en el útero, en vez de la fecundación. Basándose en este idea errónea se les dan el nombre de "anticonceptivos post-coito" o "anticoncepción de emergencia", cuando en realidad se trata de un aborto.

[19] Así mismo los artículos 22 del código Civil y 329 del código Penal, establecen una clara protección al no nacido, y tiene su fundamento en los artículos 1° y 14 de la Constitución Federal.

[20] Cito, por poner un ejemplo, al Dr. Javier Marco Bach, Doctor en Ciencias Biológicas y Doctor en Farmacia. Catedrático de Fisiología. Investigador especialista en Endocrinología de la Reproducción. Autor de más de 100 publicaciones de Investigación: La concepción o fecundación se produce en el instante mismo en que el espermatozoide penetra en óvulo, a partir del cual no cabe duda alguna de que existe una nueva vida humana.

[21] En este mismo sentido, el Dr. justo Aznar (ya citado) dice que: La capacidad de "la píldora del día de después" de privar de la vida al embrión humano la hace rechazable. El respeto a la vida no admite discriminaciones. Incluye también la del ser humano concebido, que no ha llegado todavía a anidar en el vientre de su madre. Por su parte, la Dra. Helvia Temprano, Directora del Instituto Universitario de estudios de la Mujer y jefa de Sección del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Teresa Herrera de la Coruña, afirma: "La píldora del día después es una ruleta rusa del aborto precoz". El Colegio Asturiano de Médicos a través de su Secretario, Dr. Ángel García Prieto, manifestó su total rechazo a la píldora: al ser abortiva, recetarla "no puede considerarse nunca un acto médico".