Un hermosa oración corona el ritual de los obispos de EEUU para la bendición en el vientre materno
Aprobada por la Congregación para el Culto Divino, es un paso más en la concienciación del respeto y la dignidad de la vida por nacer.

Jorge Enrique Múgica, LC
religionenlibertad.com

Bella
        La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha publicado en su portal institucional el Rito para la bendición de un niño en el vientre de su madre [Rite for the Blessing of a Child in the Womb]. Se trata del primer texto de carácter litúrgico aprobado por el máximo organismo de la Iglesia católica, la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, para bendecir a los niños por nacer.

        "Esperamos que el uso de esta bendición proporcione no sólo el apoyo y la bendición de Dios para los futuros padres y su hijo en el vientre, sino también otro testimonio eficaz sobre la santidad de la vida humana desde el primer momento de la concepción", declaró el arzobispo Gregory M. Aymond, presidente de la Comisión para Culto Divino de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).

        El rito de la bendición por parte del sacerdote posibilita ofrecerla tanto fuera como dentro de la misa, tanto a una sola mamá como a un grupo de ellas.

        Como informa la web de los obispos católicos de los Estados Unidos, este recurso tuvo su origen en una petición del entonces obispo de Knoxville, Tennessee, Joseph Kurtz, ahora arzobispo de Louisville, Kentucky, al Comité de Obispos para Actividades Pro-Vida. El comité preparó y presentó un texto a la comisión el Culto Divino de la USCCB, en marzo de 2008. El texto fue aprobado por los obispos de la Unión Americana en noviembre de 2008 y luego fue enviado a Roma para la edición y aprobación final.

        El rito acoge también una bendición sobre el padre y la familia del bebé. Al respecto el número 6 del rito dice:

        "Si parece oportuno, se invita a la madre a pasar adelante, junto con el padre y otros miembros de la familia. Con las manos extendidas sobre la madre, el sacerdote concluye las intercesiones con la bendición de la criatura en el vientre materno y de todos los presentes, con las siguientes palabras:

        Dios, autor de toda vida,
te pedimos que bendigas a este niño aún por nacer;
dale una constante protección y un saludable nacimiento,
como signo de nuestro renacimiento, un día,
al gozo de la vida eterna en el cielo.

        Señor, que has concedido a esta mujer el gran gozo de la maternidad,
concédele serenidad en sus preocupaciones y dale decisión para guiar a su hijo por los caminos de la salvación.

        Bendición del padre:
Señor de todos los tiempos,
que has escogido a este hombre
para experimentar el don y el honor de la paternidad,
dale fortaleza en esta nueva responsabilidad
para que sea ejemplo de justicia y verdad para su hijo.

        Bendición de la familia:
Señor, derrama sobre esta familia un amor sincero y constante,
para que se preparen a recibir a este niño entre ellos.

        Señor, que has puesto en el corazón de todos los hombres y mujeres de buena voluntad un gran respeto y admiración por el regalo de una nueva vida,
haz que esta comunidad (parroquia), fiel a las enseñanzas del Evangelio,
participe en la educación espiritual de este niño, en Cristo, nuestro Salvador.

        Que vive y reina por los siglos de los siglos.

        R/. Amén".