Madre embarazada que mantuvo a raya el tratamiento del cáncer ...
... en lugar de abortar celebra el nacimiento de su hija.
Sí, quiero

"NO ME ARREPIENTO": Victoria Webster con su esposo Martyn, su hijo Lewis de 4 años y Jessica de 9 meses. Ella está respondiendo bien al tratamiento del cáncer.

        Una madre que se negó a abortar a su bebé antes de nacer después de descubrir que ella tenía leucemia, ha sorprendido a los médicos por dar a luz a una niña sana.

        Victoria Webster, de 33 años, fue diagnosticada con cáncer durante una prueba de sangre de rutina, cuando tenía 21 semanas de embarazo.

        Los médicos le rogaron que tenia que tomar una terminación porque era tarde para poder comenzar con un curso de la quimioterapia y salvar su vida, pero le advirtieron que el medicamento podría matar a su hija que estaba por nacer.

        La madre de dos hijos decidió mantener a su bebé, y retrasar su tratamiento e increíblemente, ella ahora está en el camino de la recuperación después de dar a luz a una niña sana.

        La Sra. Webster de Birmingham, dijo: "Mi médico me dijo que tenía que hacer una elección y decidir si debia tener a mi bebé. Para mí, no había ninguna decisión que tomar. Me había unido ya a mi bebé mientras ella crecía dentro de mí y como su madre, tenía que protegerla. Los médicos me decían que debería abortar pero yo ya me había decidido y mi marido Martyn me apoyó. Es la mejor decisión que he tomado. No puedo imaginar mi vida sin mi hija".

        Desde el pasado mes de abril, Jessica ha tenido un ciclo de quimioterapia y está derrotando a la leucemia.

        Victoria, quien también es madre de Lewis de 4 años, comenzó a sentirse cansada y mareada, tan pronto como se quedó embarazada de Jessica.

        Pero la mamá preocupada por los síntomas de su embarazo, fue llamada por los médicos después de un análisis de sangre de rutina.

        Los resultados fueron impactantes, Victoria tenía leucemia mieloide crónica - el cáncer de la sangre - que es muy poco frecuente en pacientes menores de 50 años.

        Victoria comentó: "Cuando el doctor me dijo que era cáncer, extrañamente, mi primera sensación fue de alivio. Pensé que me iban a decir que había algo mal con mi bebé. No fue sino hasta unos días más tarde cuando realmente me hice a la idea. Yo estaba aterrorizada de que mi hijo tendría que crecer sin su madre. Los médicos dijeron que mi pronóstico era bueno, porque el cáncer se habia detectado a tiempo, pero ellos querían que me pusiera en tratamiento fuerte enseguida para que me ayudara a sobrevivir. Pero que mataría a Jessica".

        La Sra. Webster se negó a someterse a quimioterapia, pero los médicos la puso en un tratamiento más suave, leucoféresis.

        Su sangre fue drenada de su cuerpo y "lavada" en una máquina especial, antes de ser bombeada de nuevo en sus venas cada semana durante los últimos tres meses de su embarazo.
Para el asombro de los médicos, Victoria respondió bien al tratamiento y la saludable Jessica nació por cesárea en abril de 2010.

        Su madre comenzó inmediatamente un curso de tabletas de quimioterapia y ahora está respondiendo bien al tratamiento y los médicos tienen la esperanza de que pronto estará libre de cáncer.

        La Sra. Webster agregó: "Yo estaba aterrorizada de que incluso mi tratamiento más suave hubiera perjudicado a Jessica, pero por suerte, esta perfecta. Esta realmente maravillosa, cuando la pusieron en mis brazos fue realmente un momento increíble".

        "Tenía que empezar el tratamiento inmediatamente después del nacimiento, me perdí el periodo de lactancia, pero es un precio pequeño a pagar. Me dan algunos efectos secundarios de los medicamentos que estoy tomando, me canso con facilidad y no puedo correr en el parque con mi hijo en este momento. Pero las cosas van bien, y espero que en poco tiempo, voy a estar recuperada".

        "Mis médicos me han advertido de que en 10 o 15 años puede ser que necesite un trasplante de médula ósea o realizar un nuevo tratamiento. Pero ahora estoy feliz de estar aquí con mi hija. Nunca me arrepentiré de haber tenido a mi niña y retrasar el tratamiento. Podría haber arriesgado mi vida por ella, pero valió la pena. "