![]() ![]() |
|
|
Lo he escrito para dar a conocer a la opinión pública una realidad social oculta y que se sepa lo que una mujer sufre cuando aborta. Los 23 años que lleva la ley del aborto funcionando en representan un fracaso y una lacra para la sociedad española. También he querido que, además de mi testimonio, aparecieran otros de hombres y mujeres que forman parte de mi vida y cuyo caso me afectó especialmente. Son casos además representativos de distintos ámbitos y circunstancias. Pero, insisto, lo he escrito sobre todo para expresar esta realidad: lo que se vive y se sufre antes, durante y después de un aborto provocado.
Antes del aborto, cuando una mujer está embarazada, sigue sintiéndose sola, indefensa y desamparada. Nadie le explica qué opciones tiene, que abortar no es una solución sino un gran problema, que hay gente que le puede ayudar en sus preocupaciones... Durante el propio aborto se siente dolor y desgarro. Es como una herida mortal que te deja devastada por dentro, física y mentalmente. Después de acabar con tu embarazo, lo que sientes es abandono, silencio y soledad. A nadie le interesa escuchar a la mujer e intentar ayudarle en su problema, lo cual es una losa añadida al síndrome post aborto que de por sí sufre. En mi caso, sufrirlo en silencio me llevó a ser un "muerto viviente": tenía ansiedad, pesadillas, culpabilidad, me autolesionaba mirando niños... Llegué a pegar a mi propio hijo, momento en el que decidí que tenía que buscar ayuda. Y mi caso no es algo aislado, cada día hablo con mujeres a las que les pasa lo mismo. Por esto mismo tenía que contarlo en un libro.
La sociedad debería tomar conciencia, adquirir formación en este tema para no dejarse engañar con eufemismos sobre la vida y muerte. El Gobierno, por su parte, también debe tomar conciencia de lo que significa un aborto provocado para la mujer, y tiene que realizar un ejercicio de honestidad moral y admitir que no existe una demanda social para esta medida. La realidad del aborto está ahí, las consecuencias las vemos todos. Espero sinceramente que no apruebe esta nueva Ley que tiene tanto interés en sacar adelante.
El problema de este proyecto de ley es que se ha hecho sin consenso, porque comenzó creándose un comité de expertos pro-aborto. Ante la crítica unánime de todos, que pedíamos un comité en el que se pudiera oír la voz pro-vida y pro-mujer, el Gobierno creó una subcomisión para que cada grupo parlamentario presentara a sus expertos y se sacaran conclusiones. Pero la única conclusión es que ha sido un paripé, yo he participado y nadie del Gobierno tuvo la educación o la decencia de escuchar mi testimonio. Además, una vez que se ha sabido qué es lo que el Gobierno quería aprobar, se comprende que no ha tenido en cuenta a todos los que participamos en esa subcomisión. Creo que ha sido un escándalo.
Soy portavoz de la Fundación REDMADRE, una red solidaria de apoyo a la mujer que se enfrenta a un embarazo inesperado con dificultades. Informamos completa y verazmente, y además ofrecemos opciones porque creemos que la información da libertad. Si la mujer no está informada, se le aboca a sufrir un aborto, como cordero llevado al matadero.
Sí, para mí es como una segunda liberación. Es cierto que cuando empecé a colaborar ya lo tenía superado, pero psicológicamente me ha ayudado. | ||||||||||||||
Recibir NOVEDADES FLUVIUM |