Sin Excusas
Kyle Maynard
Nadie quiso ayudarla
María de la Cuesta quiso narrarlo así, a cara descubierta, con su nombre y su apellido, orgullosa de cómo ha reconducido su vida, pero eso sí, con el corazón en un puño, la voz entrecortada y las lágrimas asomando a sus hermosos ojos "porque nunca puedes perdonarte y jamás puedes olvidarte de que mataste a tu hijo" (video duración 13' 10").
(aguarde unos segundos)
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Arquitectos de la cultura de la muerte
Donald De Marco, Benjamin D. Wike