Pro Vida ha disuadido del aborto a 19.000 madres españolas en los últimos 20 años

   "No ha habido ninguna mujer que se haya arrepentido
de tener a su hijo", dice Voltas.

La Razón 6.nov.02

Cifras que asombran         Desde 1981 y hasta 2001, los Centros y Servicios de Acogida y Ayuda a la Vida de la Federación Española de Asociaciones Pro Vida han atendido a un total de 66.138 personas, entre madres, niños y familiares de estas mujeres. Uno de los datos que más llena de satisfación y optimismo a estas asociaciones es el haber conseguido que 18.822 niños que iban a ser abortados por diversas circunstancias, hayan nacido a pesar de las corrientes proabortistas que presionan en España. "No ha habido ninguna mujer que se haya arrepentido de tener a su hijo", afirman los Pro Vida.
Una asistencia profesional         Muchas son las mujeres que, sintiéndose en una situación difícil y sin tener mayor información que la que habitualmente se ofrece, recurren al aborto como salida a sus dificultades. Sin embargo, hay un gran número de profesionales y voluntarios que se entregan desde hace unos 40 años (veinte como federación) para ofrecer toda su ayuda a estas personas y ofrecerles soluciones positivas y no simples o no tan simples salidas. Desde que las asociaciones pro vida se constituyeron en Federación, en 1981, la progresión y la mejora de estas ayudas ha ido en aumento, hasta el punto de duplicar en 2001 el número de personas (mujeres, niños y familiares) que fueron atendidos en toda la década de los 80. Estos centros, repartidos por veinte ciudades de toda la geografía española, están impulsados y coordinados por la Federación, pero se gestionan y financian de manera autónoma.
A partir de voluntarios y de los recursos existentes

19.000 niños salvados

        En total, entre 1981 y 2001 se prestó asistencia a unas 28.000 madres y se ayudó a nacer a casi 19.000 niños. Además, casi 17.000 menores dependientes de estas madres disfrutaron de los trabajos de los voluntarios y 2.400 familiares fueron atendidos. "Todo esto es posible gracias a las cuotas de los socios y a las subvenciones que recibimos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales provenientes de la casilla de ONG del IRPF" explica Dolores Voltas, presidenta de la Federación. Por otro lado, hacen uso de los excedentes de la Unión Europea gestionados por la Cruz Roja y de los bancos de alimentos. También se relacionan con empresas especializadas en productos para bebés.

Eliminando problemas

Ayuda gratuita

        Pero donde las asociaciones de la FEAPV hacen más hincapié, según Voltas, es "hacer ver a las jóvenes que tener a su hijo no supone un estorbo para sus planes de futuro". Todas las ayudas que ofrecen los Centros y Servicios de Ayuda a la Vida de las asociaciones federadas se ofrecen de forma totalmente gratuita y consisten en la asistencia personalizada a la mujer sola, marginada, pobre, insegura o con hijos menores a cargo y la atención médica, psicológica y de acogida ante situaciones de maternidad difícil. También se ofrece alimentación y alojamiento, la posibilidad de asistir a cursos de educación para la salud de las embarazadas y el cuidado de sus hijos y ayudas para la inserción social y laboral.

Jóvenes extranjeras

        Las madres, al tomar contacto con estas asociaciones, reciben auxilio y comprensión durante un plazo de seis a veinticuatro meses, siempre ampliables si la situación lo requiere.

        La mayoría de las mujeres que acuden en busca de ayuda a estos centros son jóvenes extranjeras (61, 5 por ciento) entre veinte y treinta años (57, 6 por ciento), solteras (59, 2 por ciento) y con un nivel de estudios bastante bajo, ya que una de cada tres no ha tenido acceso a ellos y casi la mitad abandonó las clases antes de la educación secundaria.

Ninguna arrepentida Mujeres voluntarias

        La doctora Voltas ha afirmado a LA RAZÓN, que los problemas a resolver han cambiado mucho desde que los movimientos pro vida empezaron en España. "Anteriormente, las mujeres, en muchos casos niñas, se enfrentaban con un conflicto social, especialmente con los padres; hoy, las dificultades a las que se enfrentan son habitualmente de tipo económico y de ubicación". Actualmente, son muchas las mujeres que, tras haber sido ayudadas, se integran en el grupo de voluntarios de alguna de las asociaciones. También son muchas las que, al terminar su periodo de ayuda, devuelven capachos y carritos para que puedan ser utilizados para otras mujeres o que en medio de este proceso de acompañamiento, pide que dejen de ayudarla pues ya se puede valer por sí misma. Para Dolores Voltas, una veterana luchadora del movimiento Pro Vida, una de sus mayores satisfacciones es saber que "no ha habido ninguna mujer que se haya arrepentido de tener a su hijo".