Una localidad italiana entierra a las víctimas del aborto

La Razón 25.09.02

Una cuestión de coherencia

        Si el feto es persona, la víctima del aborto debe recibir cristiana sepultura. Así piensan al menos un grupo de católicos de Novara, al norte de Italia, que recogen los fetos destrozados y los embriones de los hospitales y les dan cristiana sepultura.

        La iniciativa ha levantado ampollas entre los partidos de izquierda y los movimientos favorables al aborto. No en vano, el grupo católico "Defender la Vida con María" ha enterrado ya a más de 2.500 no nacidos en casi cinco años que, de otra manera, habrían quedado abandonados en los cubos de basura de los hospitales.

Ganando terreno         El padre Gagliardani, promotor de la iniciativa, asegura que "los hospitales nos entregan los embriones de manera reglamentaria, mientras que la doctrina católica nos concede todo el respaldo". "Nuestro propósito siempre ha consistido en concienciar a la gente acerca de los males que entraña el aborto. No buscamos escandalizar a nadie. Simplemente nos hemos propuesto cambiar ciertas opiniones arraigadas en el llamado pensamiento progresista. Porque no es progresista que haya trece millones de abortos al año en Europa", explica el sacerdote. Los resultados han superado a las expectativas del grupo. Antes, "el promedio de víctimas mensuales era de unas 50 ó 60, mientras que ahora nos mantenemos en 15 ó 17 casos al mes", comenta orgulloso el sacerdote.
Seres humanos

        La propia Santa Sede contempla la opción de enterrar a los fetos no sólo como lícita, sino que la recomienda vivamente. En el documento Domun Vitae se dice que "los cadáveres de embriones o fetos, fruto de abortos, deben ser respetados igual que los restos de los demás seres humanos".