Los ‘diputados por la vida’ ganan la batalla del aborto en Chile
“El legislador debe proteger la vida del no nacido”, dice el documento del Parlamento tras rechazar por amplia mayoría la despenalización. Ocho de cada diez chilenas rechazan la legalización del aborto en cualquier circunstancia.
El hombre en busca de sentido
Viktor E. Frankl
Los diputados por la vida consiguen preservar la del no nacido en Chile
A pesar de sus compromisos con el arzobispo de Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz, y con el Papa, Bachelet sigue fomentando el aborto en su país

        La propuesta anti-vida presentada por los diputados abortistas en Chile fue rechazada este martes, 21 de noviembre, en el Parlamento por una amplia mayoría. El proyecto de ley buscaba despenalizar el aborto en el país hasta las 12 semanas de gestación y, en algunos casos, hasta después de transcurrido ese periodo.

        La decisión adoptada por el Parlamento chileno es de una importancia extraordinaria y con una gran repercusión internacional, dado que se trata de uno de los países más avanzados de América Latina, tanto en educación como en economía.

        Los llamados ‘diputados por la vida’, entre ellos Patricio Walker, de la Democracia Cristiana (DC), que se felicitó por los resultados de la votación, consiguieron imponerse por 61 votos contra 21, mientras que se produjeron tres abstenciones.

Frente Parlamentario por la Vida

        Hay que destacar que los 61 diputados que votaron en contra del proyecto forman parte del recién creado Frente Parlamentario por la Vida, en el que están incluidos también algunos diputados pertenecientes a la Renovación Nacional (RN), a la Unión Demócrata Independiente (UDI) y al Partido Radical Socialdemócrata (PRSD).

        Algún miembro de estos partidos y de la DC se mostró, sin embargo, favorable a admitir a trámite el proyecto de ley abortista, elaborado por Marco Enríquez Ominami, del Partido Socialista (PS), y René Alinco, del Partido por la Democracia (PPD).

        El Presidente de la Cámara Baja, Antonio Leal, declaró inadmisible el proyecto para despenalizar el aborto, argumentando que la Constitución contempla en su artículo 19, numerales 1 y 2, la protección del derecho a la vida del que está por nacer.

        “Para esta iniciativa me asiste la convicción de que se requiere una reforma constitucional, que regule con mayor precisión el mandato entregado al legislador”, reconoció Leal, conocido promotor de la eutanasia.

El legislador, garante del no nacido

        Con respecto a la propuesta abortista, la Presidencia de la Cámara Baja “considera que la referida moción vulnera claramente el mandato que el constituyente ha otorgado al legislador de ‘proteger la vida del que está por nacer’, al establecer plazos y condiciones arbitrarias para la disposición de la vida fetal que exceden el marco fijado por la Carta Fundamental”.

        “Dicho mandato es inexcusable para el legislador, quien debe favorecer y resguardar la vida del no nacido, cuestión que surge claramente de una interpretación armónica de ambos incisos del artículo 19, número 1 de la Constitución”, agrega el texto de la Presidencia del Parlamento

Aborto libre, sólo 2 de cada 10

        La decisión adoptada en el Parlamento viene a coincidir con la opinión mayoritaria de las chilenas. Un estudio realizado conjuntamente por la Corporación Humana y la Universidad de Chile revela que sólo el 20,4 por ciento de las mujeres está de acuerdo con la legalización del aborto en cualquier circunstancia.

        Otros datos del estudio muestran que el 62 por ciento está por aprobar la idea de legislar sobre la despenalización del aborto en algunos casos; el 75 por ciento cuando corre peligro la vida de la madre; el 71 por ciento cuando el embarazo es producto de una violación; y el 68,4 por ciento por malformación del feto.

        Sin embargo, cabe resaltar que la propuesta abortista presentada por Enríquez y Alinco permitía, en realidad, abortar a embarazadas en avanzado estado de gestación sólo con argumentar problemas psíquicos.

        De esta manera, cualquier mujer en cualquier circunstancia podría abortar, una opción rechazada por el 80 por ciento de mujeres, tal como se deduce del estudio mencionado.

"Consecuencias gravísimas"

        El diputado Patricio Walker (DC) también insistió en este hecho y aseguró que, de haberse aprobado la propuesta abortista, las consecuencias para Chile hubieran sido muy graves.

        Walker indicó que la aprobación del anteproyecto “iba a tener consecuencias gravísimas para el país. Se permitía legalizar el aborto hasta las 12 semanas de embarazo por regla general y después de las 12 semanas incluso si se afectaba la salud psíquica. O sea, que a alguien con 6 meses de embarazo, por una angustia, se le iba a autorizar a matar una vida en gestación”.

        Por su parte, la diputada Alejandra Sepúlveda, también de DC, señaló que el diputado Enríquez Ominami “está muy solo en esta pelea”.

        Cabe añadir que la decisión del Parlamento chileno contrasta, por ejemplo, con la situación que se vive en España, donde el escándalo de prácticas abortistas ilegales realizadas en una clínica de Barcelona ha sido denunciado por la televisión pública danesa.

        La alerta provocada por estas prácticas, que no obtienen por parte de la Administración una respuesta contundente, sí ha hecho reaccionar a asociaciones y entidades pro-vida, como las que conforman el Pacto por la Vida y la Dignidad.

        Esta asociación ha convocado una concentración de protesta ante la clínica Ginemedex, donde presuntamente se realizan las intervenciones. La cita es el 14 de diciembre a las 18,30 horas.