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Síntomas conocidos en todo el mundo |
Angustia, ahogo, sentimiento de culpa, insomnio, depresión, aislamiento, agresividad, llanto, nerviosismo, agotamiento, alcoholismo, autolesiones, intentos de suicidio... Si estas patologías le parecen llevaderas, añádale todo un calvario de problemas en sus relaciones personales que, probablemente, terminarían con su noviazgo o matrimonio, le provocarían disfunciones sexuales y quizá hasta la pérdida de su empleo. No se trata de los desvaríos psicológicos propios de una esquizofrenia, sino de los efectos comprobados del llamado "síndrome post-aborto" que, según ha denunciado la presidenta de la Asociación de Víctimas del Aborto (AVA), Carmina García-Valdés, cada vez está más extendido en nuestro país y que ha disparado los intentos de suicidio en las madres. Algo estrechamente ligado al aumento de interrupciones del embarazo que se han producido en España en los últimos años: las cifras más recientes, de 2003, hablan de 80.000 abortos en todo el territorio nacional. | |
Las tendencias suicidas y los intentos efectivos |
Estigmas
de por vida Y aún hay más. El "síndorme post-aborto" conduce a quienes lo sufren hacia el alcoholismo, la bulimia o la anorexia, el agotamiento, el nerviosismo y crisis de histeria y agresividad. Amén de provocar frigidez, disfunciones sexuales, maltrato doméstico y autolesiones, según AVA. Aunque lo que realmente preocupa a las asociaciones pro-vida son los planteamientos de suicidio. "Un 60 por ciento de las mujeres que abortan albergan ideas suicidas y un alarmante 28 por ciento intenta suicidarse al menos en una ocasión", confirma García-Valdés. | |
Las segundas víctimas |
Las
otras víctimas Y es que la práctica abortista suele conllevar posteriormente la ruptura de hasta el 70 por ciento de las parejas que se someten a ella. Algo que hunde sus raíces en los problemas de comunicación, las disfunciones sexuales y la "baja autoestima y mayor desconfianza" que se suceden tras un aborto. Sentimientos que se pueden trasladar al resto de ambientes: "el aborto se vincula de forma significativa con un riesgo añadido de abuso del alcohol, tabaquismo, conductas violentas, divorcio o separación, accidentes de tráfico y pérdida del puesto de trabajo", según García-Valdés. Toda una tragedia humana que hace del núcleo familiar un lugar inhóspito y agobiante para los cónyuges. | |
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